El auge de universitarios dispara la construcción de residencias en Madrid
La inversión se multiplica en el sector para cubrir la demanda no satisfecha y el crecimiento de los matriculados
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Venir a Madrid a estudiar en alguna de sus universidades tiene cada vez más tirón: la cifra de estudiantes que se matriculan cada año así lo confirma. Pero el primer problema se presenta cuando se trata de buscar dónde alojarse: con el mercado del ... alquiler disparado, cada vez resulta más complicado. En este contexto, se está produciendo un auge de apertura de residencias de estudiantes, que comienzan a surgir en muchas zonas de Madrid. Es, señalan los expertos, un valor refugio en tiempos revueltos, que busca cubrir una demanda insatisfecha evidente: hay entre 24.000 y 27.000 camas en este tipo de residencias en la actualidad, y de 35.000 a 46.000 estudiantes llegados del extranjero cada curso. Y a eso se suma que Madrid atrae a sus universidades a un 23 por ciento del total de los estudiantes que proceden de otras provincias.
De acuerdo con los datos del estudio sobre residencias universitarias realizado por Jones Lang LaSalle en 2023, en la Comunidad de Madrid hay unas 23.756 camas en este tipo de espacios, a las que se sumarán en breve las 4.950 en proyecto. Otro estudio, de Knight Frank, habla de unas 27.800 camas, y señala el crecimiento del número de universitarios en Madrid: 328.000 el pasado curso y un 18 por ciento de incremento en los últimos nueve años.
Foco de atracción
Los estudiantes internacionales matriculados en grados, postgrados o másteres en universidades españolas, según los últimos datos del Ministerio correspondientes al curso 2021-22, fueron 35.788. Y de los más de 300.00 estudiantes matriculados cada año en las universidades madrileñas, casi el 23 por ciento procede de otras regiones: Madrid es la comunidad que atrae al mayor número de alumnos desplazados desde sus provincias. Todos ellos tienen que buscar dónde alojarse.
Así las cosas, no es de extrañar que Madrid sea la ciudad en la que más veces señalan las empresas que tienen en desarrollo proyectos de este tipo, según el informe de JLL. Y también la primera en que están interesados en invertir en los próximos 12-24 meses.
Invertir en residencias universitarias se ha convertido en un valor refugio, al que no es ajeno el hecho de que detrás del servicio que prestan a los universitarios están las familias de éstos, que no dudan en realizar el esfuerzo preciso para ofrecer las mejores oportunidades a sus hijos mediante una educación de calidad.
Concentración
Hay residencias universitarias en puntos muy diferentes de la ciudad, aunque preferiblemente están cerca de las universidades. No obstante, también las hay en otras zonas, bien comunicadas con los centros de estudios; y en los últimos tiempos, se están produciendo concentraciones en puntos como el distrito de Fuencarral-El Pardo, donde en media docena de calles contiguas se juntan hasta diez de estos edificios; y en otros municipios con centros universitarios cerca, como Alcalá de Henares, Getafe o Villaviciosa de Odón.


La Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid, Asprima, realizaba recientemente un extenso informe con proyecciones a futuro sobre el mercado del suelo, y sus conclusiones no ofrecen lugar a duda: en los próximos cuatro años, será necesario invertir unos 600 millones de euros en residencias de estudiantes. Este sector es un fenómeno al alza, y según los cálculos de Asprima, la inversión se ha movido entre los 623 millones de euros de 2022 y los 416 de 2023. Unas cifras de las que se quedan en Madrid entre un 32 y un 44 por ciento.
Hay ejemplos a diario: la holandesa PGGM adquirió en el año 2022 un paquete de 40 residencias de estudiantes en explotación, más tres en construcción, en toda España. Una operación de más de 900 millones de euros. Los principales inversores en los últimos años, explican desde Knight Frank, han sido grandes grupos como PGGM, Stoneshield, GSA o Brookfield & Temprano.
Interés inversor
Elaine Beachill, experta en PBSA (como se conoce en el sector inmobiliario a las residencias universitarias, por sus siglas en inglés Purpose Built Student Accomodation) destaca el hecho de que «el número de estudiantes universitarios en España haya crecido casi un 15 por ciento en los últimos diez años, y sigue creciendo». Y entre ellos hay muchos que «se mueven desde otras regiones para estudiar: un 30 por ciento de estudiantes nacionales se cambian de casa» por este motivo. España, y en concreto Madrid, resultan además un destino de especial atractivo para los Erasmus. Y el número de estudiantes internacionales no para de crecer: «Lo hizo un 8 por ciento el año pasado».
Son los millones de euros que habrá que invertir en los próximos cuatro años en residencias de estudiantes, según un estudio de Asprima, que cifra en 623 los invertidos en 2022 y 416 en 2023, de los que entre un 32 y un 44 por ciento se quedan en Madrid.
Estas circunstancias no han pasado inadvertidas para los inversores, que rápidamente vieron la oportunidad: «En los últimos cinco años, desde 2018-19 aproximadamente, las inversoras crearon un 'join venture' para el PBSA». De acuerdo con los cálculos de su firma, hay unos 300.000 estudiantes nacionales que se cambian de domicilio en España, y 150.000 internacionales: «Casi medio millón de camas, y hay 100.000 disponibles», resume. Las proyectadas, unas 25.000 en un cálculo a trazo grueso, no cubrirán toda la demanda. Las mayores inversiones en este sentido se han hecho en grandes ciudades como Madrid, y también Barcelona, Valencia o Granada. «Pero también hay quien ha puesto el enfoque en otros sitios, como Murcia, Zaragoza o Valladolid». Beachill avanza otro dato a destacar: «No sólo se construyen; también hay mucha demanda para comprar activos ya terminados».
El interés de los estudiantes por venir a España es un fenómeno que crece cada año. Especialmente, vienen de la Unión Europea y de América Latina, y Madrid es el destino elegido por buena parte de ellos. Los datos oficiales apuntan en esta dirección: en el curso 2021-22, llegaron a Madrid un total de 34.238 estudiantes internacionales que se matricularon en estudios de grado (18.621), máster (11.099) o doctorado (4.518). De ellos, unos 13.800 procedían de la Unión Europea, 1.700 del resto de Europa, 11.000 de América Latina y Caribe, 3.000 de Estados Unidos y Canadá, 816 de África, y casi 2.000 de Asia y Oceanía.
Europa e Hispanoamérica
Para el año siguiente, el total de matriculados ya era mayor: 35.788, y la tendencia sigue al alza. En el curso que acaba de terminar, y sólo por citar un ejemplo, la Universidad Complutense recibió a 7.634 estudiantes internacionales, de los que 1.897 procedían de la Unión Europea, 201 del resto de Europa, 27 de Estados Unidos, 963 del resto de América, pero también 245 de África, 982 de Asia y 2 de Oceanía.
Son los estudiantes internacionales que se matricularon en Madrid en el curso 2022-23. De ellos, en torno a un 40% procedían de la UE, un 35% de América Latina, el 10% de Estados Unidos y Canadá, casi el 2,5 de África y un 6% de Asia y Oceanía.
Las estadísticas del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades han detectado un fuerte crecimiento de los alumnos extranjeros en el sistema universitario español desde el curso 2012-13: los estudiantes de grado se han multiplicado por 1,8, y los de máster se han triplicado. Según la procedencia, en grado un 41,3 por ciento vienen de la Unión Europea y el 27,2 por ciento de América Latina y Caribe. Pero en máster, el 69,4 por ciento provienen de América Latina y Caribe y un 11,5 por ciento de la Unión Europea. En doctorado vuelve a ganar en número América Latina, con el 52, por ciento de los matriculados, frente al 21,4 por ciento de la Unión Europea.
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