Fin de semana de descontrol con más de 250 fiestas y 8 detenidos en un piso turístico: «El ir y venir de gente es constante»
En una de las viviendas, los agentes denunciaron a 66 personas, 11 de ellas menores, y se incautaron de droga
Estas son las multas por asistir a una fiesta ilegal o realizar botellón
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Iniciar sesiónLos golpes del ariete y la pintura desconchada todavía son visibles en la puerta de un local comercial situado en el número 2 de la calle del Espejo , a solo 250 metros de la céntrica plaza de Isabel II. La cerradura de la ... pequeña puerta de chapa roja se encuentra reventada. Tras ella, varias decenas de peldaños conducen a un sótano de 50 metros cuadrados, a tres metros bajo tierra, que este fin de semana fue el lugar elegido por 66 jóvenes para celebrar una fiesta ilegal . Fue solo una de las más de 250 celebraciones desmanteladas en la capital por agentes de Policía Municipal y Nacional , que también detuvieron a ocho personas por resistencia a la autoridad.
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Quince minutos antes de las dos de la madrugada del domingo, los vecinos del barrio de Palacio llamaron al 092, alertados por gritos y música provenientes del sótano, un antiguo almacén de instrumentos de cuerda ahora reconvertido en piso turístico . Cuando los agentes llegaron al lugar, comprobaron que solo tenía una entrada y que no había salida de emergencia. También escucharon voces en el interior y discusiones entre los asistentes: unos pedían salir de allí y otros respondían que no podían, informan fuentes policiales. Ante la negativa a abrir, avisaron a las Unidades Centrales de Seguridad, debido al peligro que suponía la fiesta por el lugar en que se estaba celebrando. La Policía Municipal encontró droga repartida en varias de las estancias y denunciaron a cuatro personas por tenencia de sustancias estupefacientes , además de a todos los participantes por incumplir la normativa contra el coronavirus . Entre los 66 participantes, había 11 menores que fueron entregados a sus padres.
Aunque las fiestas se han convertido en una recurrente irresponsabilidad, las argucias de quienes acuden a ellas no dejan de sorprender. En el sótano de la calle del Espejo, los jóvenes habían colocado varios colchones en la puerta, ventanas y paredes para intentar insonorizar la estancia y no ser descubiertos, pero no lo consiguieron.
«Ya a las 23.30 horas, llamamos a la Policía porque en la esquina de la calle había tres jóvenes bebiendo alcohol en vasos de plástico y pateando cosas», relatan María y José, vecinos del inmueble. «Pasaba una hora y media del toque de queda y no nos parecía normal. Luego, de madrugada nos despertaron los golpes de la Policía», explican.
Lo mismo le sucedió a David, residente en el tercero. «Escuchamos ruidos desde última hora de la tarde , pero no sabíamos de dónde venían. A las 2.30 horas nos timbró la Policía para ver si podían acceder al sótano por el interior del edificio porque ellos no les abrían desde fuera», cuenta este morador, que asegura que es la primera vez que esto pasa en el edificio. Cuando se asomó al balcón, ya vio la calle llena de agentes.
No fue la única fiesta celebrada en un piso turístico . A solo 700 metros, en el número 7 de la calle de Cádiz, los agentes apagaron la música a 50 personas que se habían reunido durante la madrugada del sábado, y detuvieron a ocho de ellas, siete hombres y una mujer de entre 24 y 52 años, todos españoles. Al igual que en el caso anterior, los vecinos llamaron a la Policía, en este caso, la Nacional. Cuando llegaron, los participantes intentaron huir y arrollarlos para evitar ser sancionados . Uno de los jóvenes intentó escapar por el patio de luces, del que tuvo que ser rescatado.
En este caso, se incoaron 45 propuestas de sanción por incumplir las medidas sanitarias y se incautaron diversas sustancias estupefacientes. «No es la primera vez que ocurre. Entra y sale mucha gente de ese piso turístico», afirma Josefa, vecina del cuarto. La sensación la comparten Sara y Fran, residentes en la última planta. «El ir y venir de gente es constante. Encima, como no deben de saber en qué planta está el piso turístico, llaman al telefonillo para que se les abra», dice la vecina.
En total, se han cancelado más de 250 fiestas este fin de semana, informó en Telemadrid el comisario de Policía Municipal, José Luis Morcillo, sobrepasando las 5.800 desde que se impuso el estado de alarma de octubre. Los agentes actuaron también en un restaurante de la calle de Covarrubias, en Chamberí, donde descubrieron a 16 personas escondidas y formularon 32 propuestas de sanción . Por parte de los nacionales, levantaron acta contra 45 participantes de una fiesta en un local de ocio de la calle de las Huertas que excedía el aforo permitido.
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