Orgullo Gay: una historia de vetos y ausencias

La situación se repetía en 2016, con la prohibición de que el PP participara en la cabecera de la manifestación, aunque en aquel caso sí que se invitó a la entonces presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, una firme defensora de los derechos LGTBI. Para evitar la contradicción, Cifuentes decidió no acudir a la marcha. Aquel año, el Gobierno de Manuela Carmena cuadruplicó el presupuesto para el Orgullo y lo llevó a la Puerta del Sol .

Cifuentes sí acudió a la manifestación de 2017, en la que, por primera vez, estuvieron representadas todas las fuerzas políticas. En su discurso, la expresidenta madrileña reivindicó la lucha por las libertades como «un objetivo común a todos». Aquel año el evento coincidió con la celebración del World Pride , convirtiéndolo en la mayor marcha del Orgullo Gay 2017 del mundo.

2018 vio repetido el veto al Partido Popular, esta vez con Ángel Garrido de presidente. Justificado por los organizadores como un «castigo por incumplir la Ley de Igualdad de trato LGTBI y la Ley Integral de transexualidad», obligó al popular a no acudir al evento, como sí hiciera en anteriores ocasiones. Esa edición, además, coincidió con el enquistamiento del conflicto entre la Policía Municipal y el Ayuntamiento de Carmena, cuando hasta un 50% de los agentes municipales se dieron de baja médica tras la suspensión de libranzas del Área de Salud, Seguridad y Emergencias.

Lo que nos lleva a este año 2019, en el que ni PP ni Ciudadanos podrán participar con carroza en la marcha del Orgullo por «empoderar a partidos que atentan contra la dignidad del colectivo», en una clara mención a Vox. Aunque el vicepresidente de Cogam, Jesús Grande, ha matizado que ningún partido político participará en la cabecera, el 25 de mayo la asociación publicó un tuit en el que detallaba «los partidos que se han comprometido con el decálogo y por lo tanto podrán participar (en la pancarta de la cabecera) en el Orgullo 2019». Ni Partido Popular ni Ciudadanos estaban en la lista.