La llegada del buen tiempo, el fin de la EBAU y de las clases universitarias, y la celebración del Orgullo, junto con el buen tiempo de las noches madrileñas, h an formado un cocktail peligroso que ha lanzado a muchos jóvenes a las calles para ... celebrar botellones. Según datos de la delegada de Seguridad del Ayuntamiento madrileño , Inmaculada Sanz, durante una entrevista en Onda Madrid, durante el mes de junio se han impuesto más de 3.000 sanciones por consumo de alcohol en la vía pública, y más de 800 por no usar mascarilla. Este pasado fin de semana del Orgullo, sólo entre el viernes y el sábado, se han multado a 1.063 por hacer botellón.
Además, se ha multado a 100 locales por incumplir aforos u horarios. Este último fin de semana, en el que se celebraba el acto principal el Orgullo, la manifestación del sábado, ha sido «intenso» para la Policía Municipal, confiesa Sanz, que asegura que «ha habido que desalojar las plazas todas las noches» por la aglomeración de personas.
De hecho, en la plaza de Chueca calcula que unas 5.000 personas se trasladaron al final de la manifestación hasta la plaza de Chueca para seguir allí la celebración, «no sé si espontáneos o alentados», ha indicado la concejal. En todo caso, la Policía Municipal «tuvo que hacer filtrados para que no pasara más gente».
No son las plazas de Chueca y Pedro Zerolo, epicentro del Orgullo, las únicas que han soportado esta situación de botellones continuos. La concejal también afirma que se están produciendo de forma habitual «en el Templo de Debod y en la zona de las Vistillas».
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