La reconquista de Sol

Atrás quedan cuatro días de alteraciones del tráfico y molestias a los ciudadanos, que veían cómo les habían «arrebatado» la Puerta del Sol en pos de evitar desórdenes públicos. Atrás quedaban las últimas dos horas también: lo que había durado la última manifestación desde Atocha, con parada intermedia en el Ministerio del Interior. Allí es donde se vivieron los momentos de mayor tensión de la tarde. Los «indignados» volvían a la escena de la carga policial que dejó veinte heridos (trece de ellos «antidisturbios») apenas 22 horas antes.

Se encararon a los agentes, que estoicos aguantaron un chaparrón de insultos, reproches y provocaciones durante un cuarto de hora. «¡Este año no hay vacaciones!», «¡Sacad las pistolas!» o «¡Vergüenza de Policía!» fueron sólo algunas de las «perlas» que soportaron a menos de medio metro de sus caras. Uno de los manifestantes se acercó a un mando policial, al que ofreció un clavel blanco. El nerviosismo se mascaba a las puertas de Interior. Pero la sangre no llegó al río.

Ya de madrugada, en asamblea, los del 15-M debatieron si acampar o no de nuevo en la plaza. Acordaron no hacerlo. En cambio, se citaron para este domingo a las 20.00 horas para celebrar una nueva asamblea.