Empieza la campaña electoral más dividida con Madrid teñida de rojo por el CIS

El sondeo, realizado antes del 28-A –entre el 21 de marzo y el 23 de abril–, deja a la derecha en una situación similar a la que quedó tras las elecciones generales, dividida y sin posibilidad de formar coaliciones en las dos principales plazas. La popular Isabel Díaz Ayuso pasaría de los 48 diputados conseguidos por Cristina Cifuentes hace cuatro años a 29 o 33 como máximo. Ignacio Aguado (Cs) mejoraría sus 17 escaños actuales y Rocío Monasterio , candidata de Vox, irrumpiría en la Asamblea con un 5,7 por ciento de los votos, un 0,7 más que la cuota mínima para obtener representación.

Con Ángel Gabilondo como el más votado en la región, la clave estará a su izquierda. Necesitará de Íñigo Errejón e Isabel Serra, que se reparten los electores que en 2015 acaparó la formación morada. No obstante, la lectura del CIS de Tezanos no se ajusta fielmente a la realidad y tiene algunos matices. En el momento del barómetro, los encuestados contestaron su intención de voto respecto a Podemos en solitario, pero no con la coalición de Madrid En Pie.

Los resultados del CIS a nivel municipal también dejan un escenario insólito en Cibeles desde hace 28 años. Según el barómetro, el PP perdería por primera vez desde 1991 las elecciones, al quedarse como segunda fuerza con 13-15 ediles, lo que significaría que se dejaría por el camino al menos seis concejales. Ciudadanos lograría uno más de los 7 que tiene ahora, con 8-9 escaños, pero no conseguiría el ansiado «sorpasso» al PP.

Los populares eligieron para iniciar la campaña el Templo de Debod, en un anochecer desapacible y no sólo por el viento. El desánimo tras el 28-A y el desolador CIS se notaba en el ambiente. Los candidatos al Ayuntamiento, José Luis Martínez-Almeida , y a la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso , trataron de insuflar ánimos al personal. «Hay partido», insistía el cabeza de lista para la capital, quien recordaba que el Templo, «que lleva cuatro años cerrado por Carmena, es el mejor ejemplo de su ineficacia en la gestión».

Díaz Ayuso, inasequible al desaliento, se mostraba convencida de que «es el momento del PP». Unas trescientas personas escuchaban las arengas; entre ellas, muchos eran candidatos a municipios madrileños, y también estaban Juan Ignacio Zoido, Álvarez del Manzano, Javier Maroto, Andrea Levy o Alicia Sánchez-Camacho .

El presidente del PP, Pablo Casado , recordó que los populares son ese partido que está ahí «a las duras y a las maduras». Ahora, en época de vacas flacas, insistió en la importancia de las elecciones del 26-M porque deben «evitar que a Pedro Sánchez se le dé un cheque en blanco». Recordó a los anteriores presidentes regionales del PP: mencionó a Esperanza Aguirre , a Cristina Cifuentes y a Alberto Ruiz-Gallardón . Se olvidó de Ignacio González y de Ángel Garrido . A la salida del acto, tres señoras comentaban: «La verdad es que hablar, habla muy bien, pero ya veremos a ver».

En Ciudadanos, durante la presentación a los medios de su campaña –un simple «canutazo», en su sede de la calle Alcalá– Aguado se remitió a la valoración que hizo por la mañana su secretario general, José Manuel Villegas: «En las elecciones generales marcaba 41 escaños para Ciudadanos y conseguimos 57», recordó con la «confianza» de que siga «equivocándose». No obstante el candidato a la presidencia de la Comunidad dio «nula credibilidad» al barómetro acusando a Tezanos de comenzar la campaña del 26-M intentando condicionar el voto.

Aguado y Begoña Villacís se presentaron así a sus segundos comicios autonómicos y municipales. Lo hicieron, inicialmente, sin la presencia de su líder, Albert Rivera –anunciado a las 23.40 horas para la pegada virtual de carteles, también en su sede–, acompañados también por el cabeza de lista de la formación naranja al Parlamento Europeo, Luis Garicano . «Es una campaña decisiva. Los madrileños van a tener que elegir entre una Comunidad abierta, libre y competitiva o una en manos de Sánchez y Podemos, con subida de impuestos y freno del crecimiento económico», aseguró Aguado, que entró acompañado de Ángel Garrido . El expresidente se quedó en un discreto segundo plano.

Sobre pactos, Villacís descartó posibles alianzas con el PSOE en el Ayuntamiento: «Nosotros no vetamos al PSOE. El PSOE se veta solo». La candidata a Cibeles defendió que su proyecto es «diametralmente opuesto» al de Manuela Carmena y que tampoco «casa» con el de Pepu.

Los resultados del CIS arrojaron, precisamente, que a Carmena le bastaba con el apoyo del Pepu para Gobernar. O, al revés, como quiso hacer ver el candidato socialista al Ayuntamiento: «Hagamos realidad el ofrecimiento de Carmena de apoyarme cuando ganemos la alcaldía de Madrid». Los socialistas, que se reunieron en torno a las siete de la tarde en la plaza de Don Antonio Andrés, en Vicálvaro, arrancaron el acto dedicando una larga ovación a Alfredo Pérez Rubalcaba. «El mejor homenaje que podemos hacer a Rubalcaba es ganar las elecciones . Él nos va a ayudar», expresó, el diputado y secretario general del PSOE-M, José Manuel Franco , emocionado. Aunque estaba previsto que interviniera el secretario de Organización del partido, José Luis Ábalos , el acto se desarrolló sin él, ya que prefirió acompañar a la familia de Rubalcaba en el hospital Puerta de Hierro.

La líder de los sondeos del CIS en la capital, Manuela Carmena, y su compañero de tique electoral en la Comunidad de Madrid , Íñigo Errejón , dieron el pistoletazo de salida a la búsqueda de apoyos en Orcasitas. La primera con un discurso sentimental y el segundo aguijoneando al PP con sus escándalos políticos. Más Madrid quiere centrarse en la zona sur porque como dijo el cofundador de Podemos es en esos territorios donde se juegan las plazas. Pero además, este barrio se ubica en Usera (134.791 habitantes), el distrito más maltratado por el Gobierno de Ahora Madrid; el mismo que se ha rebelado para pedir la expulsión de su concejal-presidenta, Rommy Arce.

En las elecciones municipales de 2015, Ahora Madrid logró ser la fuerza más votada en esta demarcación. Consiguió 20.343 votos (36,4%) frente a los 12.868 (26,9%) que recopiló en las pasadas elecciones generales. Pese a que la participación se incrementó dos puntos, las cifras revelan que en cuatro años han restado 7.475 apoyos. El PSOE le tomó la delantera el 28-A sumando 22.555 papeletas (35,5%) y, lo que más preocupa a la plataforma de la regidora, Vox ha pasado de reunir 179 votos en 2015 a 6.402 en abril. Por eso, la ex juez agitó ayer el voto del miedo contra esta formación y entonó su discurso más arrollador al asegurar ante el más de millar de asistentes que había, emocionada y con la voz quebrada: «He puesto mi vida a vuestro servicio, porque os quiero y os valoro y desde hace mucho tiempo os he elegido como la razón de mi vida».

Vox, la peor pesadilla de la alcaldesa, entraría por primera vez al Consistorio con 2-3 ediles. La formación de Santiago Abascal inició su campaña en un taller de restauración de muebles cerca de Paracuellos –llevando a los periodistas en un autobús sin saber adónde se dirigían– porque, según explicaron, es en esos escenarios donde trabaja realmente «la España que madruga» . Rodeado de máquinas y herramientas, y entre aroma a madera tratada, el candidato a la alcaldía, Javier Ortega Smith, expresó que defenderá «libertad» para la capital.

«Madrid va a ser una capital con libertad de movimiento sin unas almendras centrales que son unas auténticas jaulas, con libertad económica para que no nos pongan manteros delante de nuestro local y Madrid va a hablar de seguridad para que se empiece a respetar» a la Policía Municipal, expresó Ortega Smith.

La candidata a la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, se comprometió a reducir «las trabas, bajar los impuestos y dejar de endeudarnos» como, sugirió, han hecho los anteriores gobiernos. Profesores, aparejadores, médicos, empresarios y hasta una teniente coronel... así presumió la primera espada de su lista: «Tenemos la mejor candidatura, con gente seria, comprometida y valiente». En el público el presidente del partido, Santiago Abascal, candidatos y periodistas.

El CIS no contempla los resultados de la coalición IU-Madrid en Pie, la plataforma de Carlos Sánchez Mato, ya que aún no se había constituido. Aún así, IU, el partido por el que se preguntó a los encuestados, no lograría representación al alcanzar el 2,2%. La plataforma que reúne a los ediles que desechó Carmena despegó en Puente de Vallecas con el lema «Ya toca», en referencia a aquellos barrios donde es necesario que se antepongan sus necesidades. Sin respetar los tiempos, a las once de la noche, el insurrecto cabeza de cartel comenzó la mítica pegada de carteles con el puño en alto.

Pablo Iglesias y Alberto Garzón arroparon a Isabel Serra en Leganés. La candidata de Unidas Podemos Izquierda Unida Madrid en Pie, a quien Tezanos sitúa aún por delante de Errejón, tiene la difícil papeleta de frenar la caída de la formación morada. Una última subida del PSOE o Más Madrid le relevaría prácticamente a la irrelevancia política en la Asamblea de Madrid.

Información elaborada por Gregoria Caro, Sara Medialdea, Tatiana G. Rivas, Ignacio S. Calleja, Marta R. Domingo y Adrián Delgado.