Caso del niño de Morón: la Policía abandona la búsqueda en dos vertederos y abre otra línea de investigación

Ahora, la Unidad de Atención a la Familia y al Menor (Ufam) de la Policía Nacional ha abierto nuevas líneas de investigación, siempre teniendo a Macarena, de 40 años, como la responsable de la desaparición y más que probable muerte del chiquillo.

En casi todas sus declaraciones ante la Policía Nacional y la juez, la mujer ha insistido en que lo arrojó a un contenedor de basura y la silla a otro, señalando la zona de Arroyomolinos y las afueras de Madrid por la autovía A-5 (Extremadura), que habría tomado desde la A-66 para entrar en la capital, tras descansar cuatro horas en un hotel de Talavera de la Reina (toledo). En uno de los casos sí que dijo que lo había tirado por un barranco.

Las pesquisas de rastreo ya suman cientos de kilómetros de carreteras, arcenes y desfiladeros, además de los contenedores de la zona de Arroyomolinos-Cuatro Vientos-Batán-Casa de Campo y el mencionado movimiento de cientos de toneladas en los vertederos de Pinto y Valdemingómez, que son a los que van la basura de esas zonas.

La mujer sigue como única investigada, precisamente, por desaparición de un menor, pero quedó en libertad tras pasar bajo custodia policial el primer mes de su arresto, el 13 de septiembre de 2021, en las unidades psiquiátricas de los hospitales de Segovia (fue hallada a la mañana siguiente de salir con su hijo de Morón en una estación de servicio de Carabias, desorientada y ya sin rastro de Antonio David) y de Valme (Sevilla).

En sus distintas e incoherentes declaraciones ante los agentes , reonoció que aquel 12 de septiembre montó al menor en el coche adaptado y tomaron la Ruta de la Plata (A-66), con la intención «de ir a Santiago de Compostela para sanarlo, resucitarlo», en referencia al apóstol, pues es una mujer religiosa hasta lo enfermizo.

Dijo que se le había muerto por el camino, otras veces que lo había matado y también que había fallecido «echando espuma por la boca» cuatro días antes de salir de Morón con él, algo esto último imposible puesto que la noche del 11 de septiembre el niño fue visto con vida en el pueblo y en su casa.

Desde su puesta en libertad, pese a que sufrió distints brotes psicóticos, padece esquizofrenia y también un trastorno bipolar, Macarena Díaz hace una vida aparentemente normal con su familia más cercana (madre, hermanos e hija mayor). De hecho, va al gimnasio por las mañanas, sale a comer y desayunar y hasta ha borrado todas las fotos del niño de su página de Facebook, en la que era muy asidua. Tiene el total respaldo de su círculo más íntimo.

La Policía cree que, pese a sus patologías, la madre sabe perfectamente lo que hizo con el hijo , y no descartan que así también lo puedan conocer sus personas más cercanas. Una línea de investigación que se supone la más correcta y fiable, habida cuenta del tiempo transcurrido.

Mientras, su expareja desde 2007 y padre del niño, Antonio, mueve cielo y tierra para saber algo de él, conocedor de que Macarena recuerda perfectamente lo que ocurrió y dónde está el chaval. Precisamente, el domingo pasado, se celebró por parte de la familia paterna del menor una concentración en el pueblo sevillano, tras 150 días sin saber dónde está Antono David.