Carmena prevé dar otros 7,3 millones este año a la empresa que le vendió Bicimad

Bonopark va a recibir de las arcas madrileñas al menos 27,1 millones desde que cedió el servicio. El Ayuntamiento ha tenido que comprar 1.568 bicicletas en 2017 sin ampliar el servicio y espera sumar otras 1.800 en 2018

De izquierda a derecha, el CEO de Bonopark, Ramón Perurena; Sabanés; Maestre y Fernández Heredia, gerente de la EMT, en el acto de presentación de la compra de Bicimad, el 26 de septiembre de 2016 ABC

Tatiana G. Rivas

23/04/2018
Actualizado a las 10:11h.

El Ayuntamiento de Madrid se ha convertido en la gallina de los huevos de oro para Bonopark, la empresa a la que compró Bicimad con urgencia ante la amenaza de dejar morir el servicio por sus malos resultados: 300.000 euros de pérdidas mensuales. Sus ... filiales, Ride On Consulting y Booster-Bikes, forman parte de la contratación de la EMT para mantener en condiciones óptimas la bicicleta madrileña. Este año, según el presupuesto de la EMT, espera abonarles otros 7,3 millones de euros por la adquisición de 1.800 bicicletas nuevas y la ampliación prevista de estaciones hasta alcanzar 80 ó 85 más –aunque la última promesa de Sabanés de incorporar 42 nuevas en 2017 no se cumplió–.

Tanto Ride On como Booster comparten los mismos administradores y sede social que Bonopark. Esta empresa navarra blindó, antes de sellar la cesión de Bicimad con Ahora Madrid, un contrato marco donde colocaba a Booster como proveedor exclusivo de las piezas del servicio y las bicicletas. El Ayuntamiento se subrogó a dicho acuerdo, que incluía un sobrecoste del 30% en el material suministrado a la administración, según ha podido saber este diario.

Después de que la delegada de Medio Ambiente, Inés Sabanés , y el gerente de la EMT, Álvaro Fernández Heredia determinaran entregar 10,5 millones de euros por un servicio malogrado que Bonopark debía de dejar en perfectas condiciones –según el contrato de cesión–, la EMT tuvo que renovar las bicicletas cinco meses después de que adquiriera Bicimad, según consta en las actas del consejo de administración. Preveía otras 468 para reposición. Todas han ido a parar a tratar de mantener en la calle las 2028 que fija el contrato, sin que se produzca ninguna ampliación de las estaciones.

Una herencia deteriorada

De las 2.539 que heredó con la transferencia (según las cuentas de 2016 por un valor de 1,8 millones y 172 estaciones valoradas en 4.535.461 euros), sólo 1.915 bicis estaban operativas. Así que la EMT se vio obligada a comprar otras 1.100 por 1.224.632 euros. Y lo hizo a través de Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS) con un acuerdo aprobado en Junta de Gobierno el 26 de diciembre pasado.

Según la memoria de presupuesto de la EMT para 2018 se fija como objetivos para Bicimad mantener el número de bicicletas en calle establecido; ampliar el sistema en 1.000 bicicletas más en la vía pública; poner en servicio las nuevas estaciones, y adquirir 800 unidades en el segundo trimestre para reposición. Se reservan 3.012.800 para su compra; 4.250.320 para instalaciones técnicas y 76.000 para maquinaria y utillaje.

Un negocio rodado

Al margen de los 10,5 millones iniciales, los propietarios de Bonopark terminarán el año con un extra final que supera la cantidad inicial entregada . En total habrá recibido de las arcas municipales 27,1 millones de euros. Desde octubre de 2016, momento en que Bicimad pasa a ser del Ayuntamiento, la EMT ha destinado al menos 3,8 millones de euros a convalidaciones; 1,2 millones a través de IFS para bicicletas nuevas; 4,3 millones para contratos con Booster y Ride On, y espera sumar los 7,3 millones presupuestados para 2018. Bonopark, que empezó con la actividad del alquiler de la bicicleta motorizada en el País Vasco en 2013, en SanSebastián, para luego dar el salto a Madrid en 2014, ha visto con el equipo de Manuela Carmena que el negocio va rodado.