La bronca del PP al «tripartito de Inquisición» por la declaración de Cifuentes

Los tres grupos de oposición han apoyado la comparecencia de Cifuentes en una sesión extraordinaria de la comisión de corrupción que se ha fijado para el 2 de junio, y en la que la presidenta tendrá que explicar lo relacionado con el informe de la UCO sobre la presunta irregularidad en el contrato de la cafetería de la Asamblea. Cifuentes pidió al día siguiente comparecer a petición propia, y «a la mayor brevedad», y el PP solicitó la presencia de otras once personas que pudieran aclarar lo ocurrido, entre ellos personas de la oposición.

La oposición diferenció este martes ambas opciones. Mantuvo la comparecencia de la presidenta en solitario el 2 de junio, y dijeron que la segunda se había presentado fuera de plazo , aunque no se oponían a que se fijara otra sesión extraordinaria para que esas otras personas acudieran a dar explicaciones.

Pero desde el PP se interpretó que lo que se buscaba era «hacer esa foto». Enrique Ossorio, portavoz en la Asamblea , calificó de «excusas» todas las razones aportadas por la oposición, y aseguró que en el fondo «no quieren la verdad». Afirma que «han alterado todos los procedimientos de la comisión», citando a Cifuentes «sin planificación previa, sin recabar la información y sin escuchar primero a otras personas». No ven «ni la urgencia ni la excepcionalidad» del caso, y entienden que lo que ocurre es que «ellos quieren desmenuzar la corrupción, recrearse», mientras que «nosotros queremos acabar con ella».

Aún más duro en sus términos fue Ángel Garrido , portavoz del Gobierno regional: para él, el «tripartito de Podemos, Ciudadanos y PSOE» se ha convertido en «un tripartito de imposición y de inquisición». Pero «ese tripartito ha determinado hoy que nadie más pueda comparecer; al parecer, esa solicitud de conocer la verdad se limita a conocer su verdad, no la auténtica». A Garrido le parece una actitud «completamente mezquina y que atropella democráticamente todos los derechos« de Cifuentes.

El portavoz del Gobierno regional advierte que estos hechos suponen que «han cruzado todas las líneas rojas del comportamiento democrático» y avisa que «va a tener consecuencias». Lo considera Garrido «un escándalo democrático», porque «en Madrid solo hay un partido, Podemos, y los demás hacen seguidismo».

No paró ahí la bronca: siguió en palabras de la propia presidenta Cifuentes, que acusó a los tres partidos de no querer investigar, «sino montar un show» por «interés político», y mantener una actitud «impresentable». No entiende Cifuentes porqué si en el proceso de adjudicación de la cafetería de la Asamblea «participaron 30 personas, se pregunta por qué sólo quieren escuchar a una».

Los portavoces de la oposición aclararon que su postura no es de rechazo a las otras comparecencias, aunque quieren diferenciarlas de la de Cifuentes. Ignacio Aguado (Ciudadanos) explicó: «No se ha rechazado sus comparecencias; las presentaron fuera de plazo pero si las piden para otra sesión, se harán». Lorena Ruiz-Huerta , portavoz de Podemos, insistió en que para su grupo, la prioridad es que Cifuentes comparezca ante el pleno, algo que los otros grupos no apoyan por interpretar que el reglamento no lo recoge por el estatus especial de la presidenta.

Desde la formación morada se ha pedido también que se amplíen las sesiones extraordinarias de la comisión de corrupción, habilitando la mitad del mes de julio para poder escuchar a más personas. Ángel Gabilondo, portavoz del PSOE, que anunció que ampliarían la denuncia a la Fiscalía por las irregularidades por el Canal de Isabel II, está de acuerdo también en que comparezcan más personas en la comisión de corrupción, pero no el día en que estácitada Cifuentes, sino otros.