Los agentes tutores, en lucha contra el botellón: «Llevé a un menor en coma etílico al hospital y temí por su vida»

«Cuando nos acercamos creen que vamos a denunciarles y se muestran esquivos. Muchas noches tenemos que ayudar a los menores que consumen y presentan sintomatología grave», relata el agente, que no olvida las intervenciones en las que tuvo que llevar al hospital algún menor en coma etílico: «Le acompañé en la ambulancia del Samur y temí por su vida », rememora sobre uno de los casos más sensibles en los que tuvo que intervenir. Este tipo de situaciones serán las que remitirán a la Fiscalía del Menores, además de avisar a sus padres o tutores legales. Asimismo, los agentes podrán pedir más efectivos, si fuera necesario, a la Unidad de Atención y Protección de la Mujer, el Menor y el Mayor.

Además del equipo de 150 agentes tutores, otros 200 policías municipales más servirán de refuerzo diario durante las tardes-noches de los fines de semana. Este esfuerzo del Ayuntamiento se realiza desde el verano de 2020, según subrayó ayer la delegada de Seguridad, Inmaculada Sanz , durante una visita a la sede de la Jefatura del Cuerpo municipal.

Ante la amenaza de otra convocatoria masiva y violenta como la producida el pasado fin de semana en el parque del Oeste -se denunciaron más de 60 atracos, abusos sexuales y daños en 25 coches y comercios de la zona- se llevará a cabo un dispositivo especial en el barrio del Pilar por la celebración del 12 de Octubre con 100 agentes dedicados a la prevención y actuaciones en las fiestas. «Se va a controlar el aforo y los agentes tendrán guantes detectores de metales anticorte. Además, se va a vallar todo el parque», avanzó la también portavoz del Gobierno municipal.

Dados los últimos acontecimientos y la elevada presencia de menores, la delegada de Seguridad incidió en que la familia tiene una responsabilidad para conocer la situación de sus hijos menores «y promover medidas para corregirlas». «Hablamos de menores muy jóvenes, de 14 años, a altas horas de la madrugada en botellones», subrayó.

En este sentido, Alfonso reconoce que en el 90 por ciento de los casos los padres responden agradecidos cuando reciben su llamada tras una situación grave. Sin embargo, incide en la idea ya lanzada ayer por Sanz: «La labor principal empieza en los padres, en el ámbito familiar. No se puede pasar ese problema a la sociedad », considera.

Su trabajo habitual va más allá de los botellones, ya que también vigilan los centros escolares para prevenir la violencia intra y extraescolar a través de charlas, procesos de mediación o actuaciones con drogas . Sin embargo, la eliminación de la mayoría de las restricciones ha provocado una euforia desmedida en los botellones. «Ha sido como el descorche de una botella de cava», en palabras del agente, que cree que «han salido todos en mogollón, con un consumo desorbitado al asociar erróneamente el alcohol a pasárselo bien».