Junqueras y Turull seguirán al frente de ERC y Junts y llevarán el caso a Europa

A pesar de que ERC es el socio preferente y prioritario del Gobierno de coalición liderado por Pedro Sánchez, quien ha indultado a los líderes del 'procés' y ha adaptado el Código Penal para que la inhabilitación sea la menos lesiva posible con estos –se ha rebajado la inhabilitación a cinco de los nueve encausados–, los de Oriol Junqueras no pierden una sola de las ocasiones para menoscabar la democracia de 1978. Este lunes, definieron la decisión de la Sala Segunda del Tribunal Supremo como «un golpe a la democracia» y acusaron a sus jueces de llevar a cabo una «venganza».

En un comunicado, ERC lamentó que el Supremo «no respete el nuevo delito de malversación con la intención de perpetuar la voluntad represora contra el independentismo» y denunció lo que considera es un «ensañamiento de la judicatura» contra Junqueras. Al líder de ERC, la revisión de la sentencia le mantiene la inhabilitación de 13 años, por lo que no podrá ejercer cargo público hasta 2031, tal y como tenía fijado hasta ahora. De momento, nada cambia en ERC y, por lo tanto, Pere Aragonès seguirá liderando el partido de cara a una posible cita electoral autonómica, prevista para 2025.

En la nota, ERC señaló que, desde su punto de vista, el Supremo está dejando «en papel mojado» la reforma del Código Penal, que los de Junqueras pactaron con el PSOE y Podemos en el Congreso y cuya intención era, tras los indultos –que les dejó en libertad–, levantar la inhabilitación de los líderes del 'procés' para poder volver a la primera línea de la política institucional. De la primera línea política partidista nunca se alejaron. De hecho, Junqueras se mantiene como presidente de ERC. Y Jordi Turull, que el Supremo, ayer, le mantuvo la inhabilitación, en su caso, hasta 2030, es el secretario general de Junts. Así seguirán ambos.

Por todo, el socio del Gobierno acusó al «sistema judicial de dar un golpe a la democracia», a la judicatura de ser «una segunda Cámara (legislativa) al servicio de la derecha y la extrema derecha que frena la profundización democrática y los avances sociales» y defendió que «los aparatos represores del Estado» buscan, siempre, mantener viva «una causa general contra el independentismo».

De manera similar se manifestó Turull. «Nada ha cambiado. El Supremo sigue haciendo de legislador, opinador político y de justicia», dijo el número dos de Junts en rueda de prensa, añadiendo que «para nosotros, el 1-O fue pacifico y de dignidad democrática. Pero esta reforma sigue criminalizando el proceso de referéndum. El resultado (de la reforma) será el inverso del que se pretendía». Lo que sonó a reproche a ERC.

En cualquier caso, la decisión del Supremo de este lunes tendrá su continuidad en Europa. ERC y Junts avanzaron que caminarán todos los escalones necesarios para que sea el Tribunal Europeo de Derechos Humanos el que se pronuncie también. «Nos veremos en Europa, donde no hay venganza como en la Justicia española. Daremos los pasos que toquen para poder llegar a Europa», dijo Turull, a pesar de que la Justicia europea ha avalado prácticamente todos los juicios y procedimientos de la Justicia española en relación al 'procés'.

Si Junqueras, a media tarde, aseguró que no tiene «miedo», nunca lo ha tenido, dijo, porque esta causa judicial no va de personas concretas, vino a señalar; Turull, por su parte, que también consideró que el 'procés' afecta a todos los independentistas y no solo a un puñado de afectados por el Supremo, advirtió: «El Supremo me podrá condenar de por vida jurídicamente, pero no me inhabilitará ni un solo minuto para conseguir la independencia de Cataluña; no necesito ningún cargo público para hacer la independencia de Cataluña».