Junqueras exige al PSOE gestos claros a favor de la amnistía y niega de nuevo los delitos del 'procés'
El presidente de ERC pide ejercer «el derecho a voto» con «reconocimiento de todas las partes», pero evita marcar el referéndum como línea roja de cara a una investidura de Sánchez
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Un altercado con Óscar Puente provoca un retraso de 45 minutos del AVE que le lleva a Madrid para la investidura

El presidente de ERC, el indultado Oriol Junqueras, ha evitado este jueves confirmar el apoyo de su partido a una hipotética investidura de Pedro Sánchez, una vez se constate este viernes, salvo sorpresa mayúscula, el fracaso de la del popular Alberto ... Núñez Feijóo. Por segunda vez en tan solo dos semanas, el exvicepresidente de la Generalitat de Cataluña ha viajado a Madrid y ha dado por hecha la amnistía, aunque esta vez ha exigido al PSOE gestos claros de que se va a acometer.
«No están suficientemente avanzadas las negociaciones para que haya un acuerdo», ha avisado el líder separatista, quien ha añadido después: «Cuando el PSOE se comprometa sin alguna duda en cuestiones sobre la amnistía o los cercanías, será posible llegar a un acuerdo o no». Junqueras, la semana pasada antes del primer pleno en el que se permitió con normalidad el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso, dio por cerrado el acuerdo sobre la amnistía, dentro del pacto que ya suscribieron PSOE y ERC para la constitución de la Mesa de la Cámara Baja.
El documento que firmaron ambos partidos habla de avanzar en la «desjudicialización» del 'procés' por «todas las vías legales» posibles y eso, según los republicanos, incluye la ley de amnistía que ahora exigen los independentistas a Sánchez para volverlo a hacer presidente. Antes del 23J, miembros socialistas del Gobierno no dudaban en calificar de «inconstitucional» la amnistía, pero ahora evitan darle el portazo. En el debate de investidura de Núñez Feijóo, el martes, Sánchez evitó responder al candidato, que dedicó la mitad de su intervención inicial a rechazar la amnistía, y delegó en el exalcalde de Valladolid Óscar Puente, un diputado raso, que no dijo ni una palabra sobre el tema.
Junqueras le ha reconocido pasos al PSOE en lo que ERC entiende como «poner justicia allí donde hay injusticia», como los indultos, la supresión del delito de sedición del Código Penal y la rebaja de las penas en el de malversación, pero ha dicho que aun así hay «muchas razones» para desconfiar de los socialistas. Es la segunda vez en nueve días que el líder de ERC, frente al Congreso, deja claro que la amnistía es condición 'sine qua non' para la investidura de Sánchez, a pesar de que en su partido insisten en que es un pacto ya cerrado.
Reunión con los grupos
Tras reunirse en la sala Lázaro Dou del Congreso con los diputados y senadores de ERC, Junqueras ha enfilado hacia la Puerta de los Leones de la Cámara Baja, escoltado por Teresa Jordà y Gabriel Rufián, y ha sido increpado por cuatro hombres que al verlo han irrumpido en gritos de «golpista» y le han dedicado también insultos al presidente del Gobierno en funciones, el socialista Pedro Sánchez, a quien se han referido como «el psicópata de La Moncloa». La imagen chocaba con otros curiosos que le han pedido fotografías al líder de ERC o con un ciudadano que ha reclamado a los otros cuatro que, aunque piensen distinto, muestren respeto.
Anécdota aparte, Junqueras ha evitado poner fecha a la amnistía o al inicio de su tramitación parlamentaria y se ha limitado a reiterar, una y otra vez, que «cuanto antes» esté, «mejor». El presidente de ERC, que fue condenado por el Tribunal Supremo por sedición y malversación en el 'procés' —el PSOE accedió el año pasado a derogar el delito de sedición y a rebajar el de malversación para garantizarse los votos de ERC en los Presupuestos Generales del Estado—, ha vuelto a negar la existencia de ningún delito por parte del independentismo en aquel otoño caliente del año 2017.
Señala a la Policía Nacional
Junqueras ha insistido en que «votar» no es ningún delito y ha remarcado que el Poder Legislativo eliminó del Código Penal —bajo mandato del socialista José Luis Rodríguez Zapatero— el delito de referéndum ilegal. Un tipo penal, por cierto, que Sánchez prometió recuperar en 2019. Para Junqueras no hubo delito alguno en las leyes de desconexión que aprobó el Parlamento catalán pasando por encima de su Estatuto y de la Constitución, en el asedio a la Consejería de Economía para impedir un registro policial, en el referéndum ilegal del 1 de octubre ni en la declaración unilateral de independencia del 27 de octubre. «Votar no es un delito. Golpear a ciudadanos sí es un delito», ha dicho, poniendo en cuestión la actuación policial durante el 1-O.
Respecto a un futuro referéndum, exigido por Junts, el partido del prófugo Carles Puigdemont, con quien se reunió en Waterloo (Bélgica) la vicepresidenta en funciones y líder de Sumar, Yolanda Díaz, Junqueras ha evitado marcarlo como una línea roja hacia la investidura. Eso sí, ha afirmado que en democracia son partidarios del «derecho al voto» y ha pedido que se celebre «con el reconocimiento de todas las partes». «Por eso se creó la mesa. No podemos renunciar al derecho al voto», ha afirmado, en alusión a la 'mesa de diálogo' que aceptó establecer el Gobierno con el Ejecutivo autonómico catalán. Al margen de las reivindicaciones separatistas, Junqueras ha pedido mejoras en servicios públicos y sociales, como los trenes de cercanías de Cataluña.
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