Juan Lobato dimite como secretario general del PSOE de Madrid tras la exclusiva de ABC

En su carta de dimisión, Lobato confirma su renuncia como secretario general de los socialistas madrileños, pero no aclara qué ocurrirá con su acta de diputado en la Asamblea de Madrid. Esta mañana, hasta las 2 de la tarde, hora en que ha cerrado el registro, no se había presentado ninguna renuncia como diputado. Tampoco dice expresamente que no se volverá a presentar como candidato en unas primarias, incluso deja ver que la puerta está abierta en el futuro para un regreso.

La situación de Lobato como secretario general del PSOE de Madrid era insostenible, ya que había perdido el apoyo y la confianza no solo de la dirección nacional, sino de buena parte de su ejecutiva regional, del grupo parlamentario y municipal en Madrid y de otros dirigentes, alcaldes, concejales y cargos del partido en la región. La mayoría coincidía en que no podría llegar al congreso federal de este fin de semana en Sevilla.

La información de ABC, sobre las maniobras de La Moncloa para filtrar datos confidenciales del novio de Ayuso y tratar de utilizar a Lobato para ello y para que los usara contra la presidenta Ayuso, ha sido el detonante de toda la crisis del partido en Madrid. Lobato trató de explicar por qué había acudido al notario para registrar la conversación que mantuvo con la jefa de gabinete de Óscar López en Moncloa, sobre los datos de la pareja de Ayuso, pero solo logró confundir a todo su partido. Precisamente, el próximo viernes está citado como testigo en el Tribunal Supremo, para que explique el contenido de la conversación que llevó ante el notario.

Lobato ha hecho pública su carta de dimisión este miércoles, pasadas las dos de la tarde, después de que el martes hiciera una declaración ante los medios para denunciar el «linchamiento» que estaba sufriendo por parte de su partido, advertir de que nadie ni ningún partido político está por encima de la ley y subrayar que el PSOE no es una secta, sino «un partido de militantes».

Su carta de dimisión empieza así: «He tomado la decisión de no continuar como Secretario General del PSOE de Madrid. Lo hago para poner freno a una situación de enfrentamiento y división grave que se estaba generando en el partido, que sólo iba a dañar al PSOE en Madrid y a los avances en la unidad que habíamos conseguido en estos tres años. Mi objetivo siempre ha sido construir un proyecto ambicioso y con ilusión para Madrid, y así debe seguir siendo en el futuro».

El hasta ahora líder de los socialistas madrileños marca distancias con esa política que consiste en aniquilar al adversario: «Yo no creo en la destrucción del adversario, en la aniquilación del que discrepa y del que piensa diferente. Insisto: para mí la política es otra cosa. Y la lealtad a mi partido es trabajar para poner en marcha sus principios, aquello que lleva más de 145 años representando: la igualdad, la libertad, la democracia, la educación y la sanidad pública, la defensa de los más vulnerables, el no dejar a nadie atrás».

Lobato también se aleja de la dirección de su partido, con Sánchez a la cabeza: «Ninguno somos imprescindibles. Es mucho más importante en todo momento proteger y fomentar la buena política que a quienes la ejercemos circunstancialmente. Sin duda mi forma de hacer política no es igual ni quizá en ocasiones compatible con la que una mayoría de la dirigencia actual de mi partido tiene. No pasa nada. Lo asumo democráticamente. Pero no puedo renunciar a ser como soy y como he sido siempre».

En su carta, asegura que deja el liderazgo, pero no el PSOE, donde seguirá como militante: «Mi compromiso con el PSOE sigue y seguirá ahí. Hoy doy un paso al lado del liderazgo. Pero tenéis mi compromiso de que en cada etapa futura que corresponda asumiré mi responsabilidad como militante para ayudar al partido a continuar trabajando para mejorar la vida de la gente».