Adrián Vázquez, la tentación liberal de Feijóo

Entre todos ellos, ha tenido un crecimiento reseñable la figura de Adrián Vázquez, hoy líder de lo que queda de Ciudadanos (CS). Cuando en 2014 este partido irrumpió en las elecciones europeas con dos diputados (Nart y Juan Carlos Girauta), Vázquez ya estaba ahí entre bambalinas como uno de los principales miembros de esa delegación. Su salto a la primera línea se produjo en las elecciones de 2019, aunque no entró pero acabó beneficiándose del incremento de escaños como consecuencia de la salida de Reino Unido de la Unión.

Hoy, cinco años después y a cinco meses de unas nuevas elecciones europeas, Adrián Vázquez reúne dos condiciones que le convierten en un valor atractivo para el Partido Popular: es el secretario general de CS, tiene muy buenas relaciones en el grupo liberal europeo (Renew), que incluye al presidente francés, Emmanuel Macron, y más importante: es el presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo.

Esta última circunstancia es relevante en el actual contexto de lucha sin cuartel en Europa contra las políticas de Pedro Sánchez. De hecho, el viernes pasado, Vázquez estuvo reunido en Luxemburgo con el presidente del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), el belga Koen Lenaerts. Además, mantiene una estrecha relación con el comisario de Justicia, Didier Reynders, con quien ha compartido mucho tiempo en el estudio de los precedentes de agresiones al Estado de derecho que han supuesto Polonia y Hungría.

En la trayectoria de Vázquez como líder de Ciudadanos hay dos decisiones significativas: la primera, en clave programática, la apuesta por un modelo netamente liberal frente al sector más socialdemócrata que representó en las primarias Edmundo Bal, quien también está orquestando un partido de este perfil para las elecciones europeas del próximo 9 de junio. La segunda decisión es más relevante: renunciar a presentarse a las generales del pasado mes de julio para trabajar en la candidatura de esas europeas.

Hoy, el debate que se está produciendo en el seno de Ciudadanos es, precisamente, si merece la pena o no concurrir con papeleta propia. Esta es la pregunta que Vázquez no quiere responder, consciente de su atractivo político. Y por eso adquiere relevancia su presencia en el desayuno informativo protagonizado por Alberto Núñez Feijóo en la mañana de este lunes en el hotel Ritz de Madrid.

La asistencia de Adrián Vázquez a un acto de un partido que no es el suyo está llena de significado, si bien es cierto que nadie oculta que PP y CS trabajan estrechamente en Europa en lo que se puede resumir en mantener desenmascarado a Carles Puigdemont pese a los esfuerzos de blanqueamiento de Pedro Sánchez, Santos Cerdán y, muy especialmente, su portavoz en Europa, Iratxe García, que ha pasado de negarle el saludo a hacerle la ola.

En la mañana de ayer, Vázquez no sólo acudió al desayuno de Feijóo, sino que se dejó ver en afable y nada disimulada conversación con Esteban González Pons, el hombre que susurra al presidente popular en asuntos europeos. Es más, a la charla se sumó brevemente la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, con pequeño aparte incluido para que el joven político centrista fuese a saludar al protagonista. Un contacto importante que no es el primero y que no será el último con la cúpula del PP. En su entorno alegan que también va a actos del Gobierno, como uno a finales de esta semana del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.

En la calle Génova son conscientes del valor que representa Vázquez, aunque las opiniones que llegan desde su delegación europea no son todas favorables. Feijóo sabe que las elecciones europeas son una oportunidad excelente para combatir la imagen que Sánchez se ha trabajado estos años en Europa. Pero no es lo mismo ganarlas por mucho que por poco y toda concentración de voto ayuda. ¿Cuánto le interesa al PP que el votante no se encuentre la papeleta de Ciudadanos? Y, además, Adrián Vázquez tiene sangre gallega.