La izquierda calla ante los actos violentos contra la derecha o el Rey

La izquierda, escandalizada ahora por el apaleamiento de un muñeco que simulaba a Pedro Sánchez, pasa de puntillas por este y otros actos que tuvieron como protagonistas a líderes de la derecha, miembros de las Fuerzas de Seguridad o el Jefe del Estado. De hecho, la primera reacción del PSOE nada más conocer lo ocurrido en Ferraz la última noche de 2023 no fue buscar a los culpables del acto violento, sino reclamar la opinión del PP. Concretamente, la de Feijóo y Ayuso, en un uso partidista de un incidente que no por condenable deja de ser habitual.

Así, los líderes de la derecha, el Rey, la Guardia Civil o algunos jueces han sido involuntarios protagonistas de quemas, decapitaciones o disparos en el pasado sin que casi nadie elevase la voz judicialmente o hubiera una condena expresa al otro lado del hemiciclo.

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En 2018, la organización juvenil Galiza Nova, vinculada al BNG, culminó una concentración en Santiago de Compostela con la quema de un muñeco con el rostro del Rey. «Fuego a la Monarquía», rezaba la pancarta situada junto a la figura. Felipe VI es una diana habitual en este tipo de actos violentos. De hecho, ha sido incendiado por radicales gallegos, catalanes y vascos. No hay Diada sin quema de banderas españoles o muñecos del Rey.

En Pamplona, abertzales vinculados a Bildu decapitaron un muñeco de Don Felipe en 2020. Entre los organizadores, los mismos que convocaron la celebración de la reciente moción de censura en la capital navarra pactada por PSOE y Bildu. Magistrados del Tribunal Supremo como Manuel Marchena y Pablo Llarena también han sido objeto de actos similares.

En 2021, Sánchez y Feijóo, que entonces era presidente de la Xunta, fueron 'víctimas' de uno de estos actos violentos, cuando un grupo de hosteleros gallegos quemaron sus fotos como protesta. Poco antes, un muñeco con el rostro de Abascal estuvo colgado boca abajo en un árbol de Castellón y en las fiestas de Bilbao del año pasado se anunciaba un concierto en el que el líder de Vox aparecía con un tiro en la nuca.

Las fiestas patronales de Etxarri Aranatz (Navarra) incluyen el 'Día del Inútil', con el que pretenden la expulsión de la Guardia Civil de la comunidad y que el pasado verano promocionaron con un cartel en el que aparecían dos agentes en llamas. También la Universidad ha sido escenario de este tipo de episodios violentos. El pasado mes de abril, una asociación radical de izquierdas conocida como 'La Chispa' colgó en el patio de la Facultad de Ciencias Políticas de la Complutense un muñeco del Rey. La decana, Esther del Campo, cercana a Pablo Iglesias, tardó horas en pedir que se retirara la figura.

No se quedan ahí los actos violentos sin condena expresa de la izquierda, pues también están los escraches contra líderes políticos como la expresidenta madrileña Cristina Cifuentes (PP) o la exlíder de Ciudadanos en la capital, Begoña Villacís, que fueron acosadas en persona por radicales, la primera cuando iba sola por la calle y la segunda en pleno embarazo.