El agente ha sido denunciado por cinco mujeres de esos colectivos con las que habría tenido relaciones sexuales -otras tres habrían renunciado a ello al parecer por tener pareja-, si bien por el momento la insólita denuncia no ha sido admitida a trámite.
Marlaska ha asegurado desconocer los pormenores del caso pero sí ha destacado que el Ministerio del Interior «siempre ofrecerá asistencia letrada a los policías ncionales que lo necesiten por asuntos relacionados con su trabajo». Esa afirmación implica que el ministro considera que, en efecto, el agente cumplía una misión, en este caso obtener información de inteligencia sobre lo que se movía en esos ambientes, y por otra que considera que su actuación estuvo dentro de la legalidad, porque de otro modo su departamento no se haría cargo de la defensa, si es que al final la necesita.
Aunque esta vez no ha sido tan claro, Grande-Marlaska ya ofreció hace meses su apoyo sin fisuras a otro policía nacional que también se infiltró en esos ambientes y que fue igualmente 'mordido' (descubierto, en el argot policial) por los independentistas.
El policía descubierto ahora ha sido cambiado de destino para protegerlo, ya que los independentistas, al más puro estilo de los proetarras en du día, difundieron su fotografía por las redes sociales, lo que obviamente pone en peligro su seguridad.
De la misma forma, uno de los objetivos de la denuncia podría ser obligarle a pasar por el juzgado, lo que también puede tener peligro para él pues los independentistas podrían aprovechar la ocasión para provocar algún atentado. También ese tipo de episodios se vivieron en el País Vasco de forma recurrente.
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