Génova promete escuchar al PP catalán antes de decidir el candidato del 12M

Las diferencias entre la ejecutiva de Alberto Núñez Feijóo y el presidente del PP catalán, Alejandro Fernández, han sido más que evidentes, sobre todo desde que el líder del PP inició contactos con Junts per Catalunya, el partido del prófugo Carles Puigdemont, de cara a su investidura el pasado verano, a la postre fallida. Fernández representa un ala dura contra el independentismo, en la que no se concibe la posibilidad de hacer regresar al separatismo al cauce de pragmatismo que un día representó Convergència i Unió. De aquellos barros, estos lodos.

Hasta el viernes, cuando implosionaron las conversaciones con CS y Adrián Vázquez dimitió como secretario general de los liberales, el pretexto oficial en el PP para no designar candidato a las elecciones catalanas del 12 de mayo era, precisamente, que sería una falta de respeto anunciarlo antes de que culminase la negociación con otro partido. Los populares, en todo caso, descartaban una coalición y renunciar a sus siglas, por lo que, incluso en el caso de que CS hubiese aceptado sus condiciones, poco tenía que decir esa formación sobre la cabeza de cartel.

Sémper, fracasada la negociación con CS, ha afirmado que ahora es momento de culminar un «proceso» para conocer la opinión de sus compañeros en Cataluña. «Proceso», según él, que ya se venía efectuando en las últimas semanas, en paralelo a las conversaciones con los liberales. El portavoz del PP, vasco, ha presumido de proceder de «la España periférica» y de formar parte de una organización «con cimientos muy anclados en el territorio». Con ello, ha querido explicar la resistencia de Génova a nombrar a Fernández, a pesar de la presión de entidades catalanas constitucionalistas para que sea él el candidato, y ha dicho que es necesario contar con el parecer de quienes «hacen política en el territorio».

«Parece razonable que quienes influyan en la decisión sean quienes hacen política en el territorio», ha dicho Sémper concretamente, y ha añadido que también es «razonable» que esto «lleve un tiempo». «Yo me siento profundamente contento de que las expectativas electorales en Cataluña sean de tal envergadura que sea tan importante cuál va a ser la candidatura del PP en Cataluña», ha apostillado el portavoz, espoleando el optimismo en filas populares, tras sacar solo tres escaños en las elecciones catalanas del 2021 a pesar de que CS, que se quedó en seis, perdió treinta de golpe.

Pero es que preguntado directamente por si, en el caso de que le lleguen buenas respuestas sobre Fernández, este será el candidato que nombre Génova, Sémper ha contestado: «Estoy absolutamente convencido de que vamos a recibir buenas opiniones de mucha gente». La dirección nacional de los populares regresa a un punto de partida, previo a la negociación con CS, en el que ni confirma al presidente del PP catalán como el aspirante a presidir la Generalitat ni señala una alternativa. Nada se sabe aún.

Ya por la tarde, seis horas después de la comparecencia de Sémper en Génova, fuentes del PP han informado de que se han reunido el presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, con su líder en Cataluña, Alejandro Fernández, para «poner en común su visión sobre el contexto político actual». «Convencidos de que quien mejor conoce Cataluña son los catalanes y tal y como el portavoz del partido ha comentado ya esta mañana, la dirección nacional del PP finalizará en las próximas horas la consulta con los principales activos del partido en Cataluña y trasladará a la opinión pública la decisión», remarcan los populares.

En la red social X, Fernández ha escrito justo después este mensaje: «Finalizada la negociación con Ciudadanos, hoy he trasladado al presidente Feijóo mi absoluta disposición. Como candidato a la Generalitat, o como afiliado de base, siempre ayudaré en todo lo que pueda a que el PP de Cataluña obtenga el mejor resultado posible». «El mejor candidato», ha apostillado Cayetana Álvarez de Toledo, portavoz adjunta del PP en el Congreso.

Sémper, por la mañana, sí ha prometido que, sea quien sea finalmente el candidato del PP en Cataluña, único territorio donde no se ha celebrado un congreso desde que Núñez Feijóo se hizo con las riendas de Génova, la campaña de los populares pivotará en torno a dos premisas: una, que «lo virtuoso y bueno» para la comunidad autónoma es el constitucionalismo y que el Gobierno autonómico respete por igual a independentistas y no independentistas; y dos, que quien gobierne la región se dedique a gobernar. En otras palabras, enterrar de una vez por todas el 'procés'.

Precisamente, en un contexto en el que la ley de amnistía a los encausados por el proceso separatista está marcando la legislatura, Sémper ha acusado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de envalentonar al secesionismo para volver a las andadas y recuperar la cantinela del referéndum de autodeterminación: «El Estado de derecho y la sociedad catalana desactivaron el 'procés' y Sánchez lo ha vuelto a activar. Solo hay que escuchar a los independentistas para saber qué es lo que va a suceder». De la resurrección de los populares en Cataluña depende, en gran medida, la posibilidad de desbancar al independentismo de los mandos del Govern.