Galicia teme quedar desconectada de las redes europeas de transporte de hidrógeno verde

Las alarmas sonaron cuando el Ejecutivo de Sánchez presentó a mediados de diciembre la candidatura del H2Med para que sea considerado Proyecto de Interés Común (PCI) por la Comisión Europea (CE). Junto al hidroducto submarino que unirá Barcelona con Marsella, el plan incluye la Columna Vertebral Española del Hidrógeno, una red de transporte desde otros puntos de la Península incluyendo también Portugal. Pero en el mapa no hay ninguna infraestructura que llegue a Galicia. La Comunidad reclama la construcción de un tubo entre Guitiriz (Lugo) y Zamora. De este punto el gas viajaría a Gijón y de ahí podría continuar hasta Barcelona y al resto de Europa. Los primeros ejes del proyecto español discurren de sur a norte entre Huelva y Gijón y de oeste a este entre la ciudad asturiana y Barcelona. El tercer eje conecta la costa mediterránea.

Antes de que el hidrógeno verde fuese una realidad más tangible, Galicia ya había reclamado la construcción de una red de transporte entre Lugo y Zamora para el gas natural, que nunca se llegó a construir. Ahora se teme volver a perder el tren. Pese a que en la planificación del H2Med, promovida por Enagás y que cuenta con el apoyo del Gobierno central, no cuenta con la Comunidad gallega, eso no significa que la construcción del hidroducto gallego esté totalmente descartada. La empresa Reganosa, que tiene proyectos para construir dos plantas de hidrógeno verde en As Pontes y en Meirama, ha presentado también una candidatura para que la infraestructura sea considerada por la CE como Proyecto de Interés Común. El hidroducto costaría alrededor de 250 millones de euros. Se estima que a finales del próximo año, Bruselas podría decidir cuáles son los proyectos que va a apoyar. De hecho, la conexión gallega aparece ya en el mapa interactivo que recoge las propuestas del RePowerEU, el plan de la Comisión Europea puesto en marcha tras la guerra de Ucrania para independizar a la UE de los combustibles fósiles rusos mucho antes de 2030.

Desde Reganosa reclaman que se construya el hidroducto entre Guitirz y Zamora para conectar Galicia con el «resto de corredores de hidrógeno verde que se están planificando en Europa», indica Roi Díaz, director de operaciones y desarrollo de la compañía. «Las infraestructuras energéticas hay que tener visión estratégicas para hacerlas», asevera. «La construcción de la terminal de gas de Mugardos se ha visto que ha sido un acierto estratégico y ahora tenemos una oportunidad de volver a acertar para dotarnos de las infraestructuras energéticas que nos van a hacer falta en el futuro», apunta.

Reganosa cuenta con dos de los proyectos más ambiciosos para la producción de hidrógeno verde en Galicia. El primero de ellos, que desarrollará con EDP Renovables, se situará en el concello de As Pontes. La terminal contará en un inicio con 20 megavatios de potencia e irá creciendo en fases hasta alcanzar los 100 megavatios una vez finalice todo su desarrollo. Este proyecto ya ha logrado 24 millones de euros de los fondos europeos Next Generation. La compañía también ha presentado recientemente la iniciativa de construir una segunda planta en Meirama (Cerceda), en este caso en alianza con Naturgy y Repsol, de 30 megavatios que podrían ir subiendo hasta 200. Otros dos proyectos para producir hidrógeno verde lograron 5,2 millones de los fondos europeos para revitalizar la economía tras el Covid, la planta que Iberdrola y Foresa proyectan en Caldas de Reis, y el proyecto Julio Verne, en el Puerto de Vigo. A estas habría que sumar también la iniciativa anunciada por el Gobierno central del grupo Maersk para instalar una planta en el puerto coruñés. Los planes de la naviera pasan por usar hidrógeno verde para producir metanol, el biocarburante que se usará para descarbonizar su flota. También Endesa planea su propia planta de hidrógeno en As Pontes.

Por el momento, Europa está en una fase muy inicial en la planificación de este nuevo combustible y fuentes del sector reconocen que todavía se desconoce si esta capacidad productiva gallega podría ser absorbida por la demanda interna. Galicia tiene potencial de generación eléctrica través de fuentes renovables como la eólica, necesarias para el hidrógeno verde. La construcción del hidroducto que permita su exportación es también una de las principales reclamaciones de la Alianza Industrial Gallega del Hidrógeno Verde para evitar, en palabras del presidente Alfonso Rueda, que Galicia se convierta «en una isla energética».