Galicia y Portugal comparten una base aérea para luchar contra el fuego en la frontera

Las instalaciones ya están operativas, y las ha visitado este martes el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, acompañado de la conselleira de Medio Rural, María José Gómez: «Ojalá que no sea necesario utilizarlas mucho, pero cuando sea necesario tendremos esta base, estos medios y a magníficos profesionales que van a poder actuar a un lado y a otro de la frontera», destacó el mandatario autonómico en declaraciones a los medios.

La base aérea de Verín-Oímbra está orientada, esencialmente, a los trabajos para la extinción de incendios. Allí podrán operar helicópteros y aviones de carga en tierra. El aeródromo dispone de una plataforma de estacionamiento para seis aeronaves de carga en tierra, un helipuerto para un total de cuatro helicópteros y una pista de aterrizaje que mide 1.200 metros. Además, las instalaciones cuentan con cuatro depósitos de agua e instalaciones de carga de combustible. Completan la base aérea de Verín-Oímbra una torre de control y un edificio de descanso con tres zonas diferenciadas, para pilotos de aviones, para pilotos de helicópteros y también para las brigadas contra los incendios.

En estas instalaciones las administraciones han invertido cerca de 5,5 millones d euros. Es una obra cofinanciada también por la Unión Europea con fondos del programa Interreg VA España-Portugal (POCTEP), una iniciativa que promueve proyectos de cooperación transfronteriza entre estos dos países de la Península Ibérica.

Precisamente, el presidente de la Xunta, ante la prensa, quiso subrayar que la nueva base ejemplifica la cooperación fluida e intensa con el país luso para reforzar la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal como ejemplo de integración y dinamismo. Y, también, más concretamente en este caso, para dar un salto de calidad en la extinción de incendios en una zona que históricamente suele sufrir grandes fuegos, sobre todo en el verano. Por eso, el mandatario autonómico destacó la necesidad de poner en marcha «proyectos transfronterizos» en este ámbito. Eso sí, Rueda advirtió que «no es nada sencillo, ya que requieren de una tramitación muy compleja». En cualquier caso, quiso dar las gracias a todos los que han hecho posible la base de Verín-Oímbra, que «ya está completamente operativa».

Por suerte, y en buena medida gracias a las lluvias que cayeron, sobre todo, durante el mes de julio, la temporada estival está siendo, por ahora, razonablemente tranquila en cuanto a la proliferación de incendios en la Comunidad Autónoma.

En todo caso, el presidente de la Xunta también quiso aprovechar sus declaraciones ante los medios en Verín para recordar la «constante apuesta» de la administración autonómica para mejorar la prevención y la lucha contra el fuego. A ese fin, la Xunta destina cada año unos 200 millones de euros, según cifró Rueda durante su visita a la nueva base aérea. De esa partida, una parte muy importante de los fondos van destinados al Plan de prevención y defensa contra los incendios forestales de Galicia (Pladiga), un operativo que está en funcionamiento los 365 días del año, pero que, naturalmente, durante los veranos siempre se refuerza.

El presidente gallego tampoco quiso dejar la pasar la ocasión para agradecer el trabajo de los más de 7.000 efectivos que integran el operativo contra incendios en la Comunidad Autónoma, e hizo también un llamamiento a toda la ciudadanía para colaborar con los servicios de extinción en la detección y prevención, notificando cualquier indicio de fuego a través del número de teléfono 085.

Por parte del Gobierno central estuvo presente en la puesta en marcha de la nueva base su subdelegado en Orense, Eladio Santos, que coincidió con Rueda en la necesidad de que las administraciones trabajen juntas para «erradicar esta plaga».