«Prudencia» en la campaña de incendios en un ecuador muy favorable
La cautela apunta a un terreno ya seco con el reto de mantener el excepcional balance de los dos primeros meses
El monte como «empresa» familiar
Valladolid
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEn torno a 400 hectáreas han ardido en Castilla y León desde que empezara el pasado 12 de junio la temporada de riesgo alto de incendios forestales, una campaña que arrancó con las mejores expectativas ante un territorio pasado por agua y más resistente ... a las llamas y que no ha sumado en estos dos meses ningún incendio de grandes dimensiones, aquellos de más de 500 hectáreas. Ni siquiera la superficie afectada en todo el verano alcanza esta cifra. El balance va camino de convertirse en el mejor en décadas. Si no se tuerce. Y es que las lluvias de primavera ya quedaron lejos. Aún hay rincones de la Comunidad que conservan una humedad superior a la habitual en esta época del año, pero otros, los más, ya se aquejan de la sequedad que dejan las calurosas jornadas que obligan a extremar la cautela al menos hasta finales de septiembre. El operativo se mantendrá al cien por cien hasta el 12 de octubre con la incertidumbre que dejan los intensos episodios de calor extremo.
El último, este fin de semana. El riesgo de incendios se elevaba exponencialmente en un escenario de máximas de 41 grados que obligó a extremar precauciones y vetar barbacoas, fuegos artificiales y maquinaria no agrícola en el monte. Tras tres días bajo aviso, ayer se extinguía la alerta sin que se hayan llegado a producir grandes llamas. Uno de los focos con más miradas, el de Campillo de Azaba (Salamanca). Tres helicópteros y cuatro autobombas trabajan ayer en la extinción de un incendio forestal, el tercer fuego en la semana en esta zona, que quedó controlado sin que a priori haya resultado afectada una importante superficie.
El fin de semana se cierra, así, en consonancia con el resto del verano. Pasado el ecuador de la campaña de riesgo y teniendo cuenta las cifras de todo el año, el balance apunta a 503 fuegos -300 en los últimos dos meses-, de los que sólo 36 han superado las 5 hectáreas y el 78 por ciento han sido conatos, sin llegar tan siquiera a una hectáreas. El de más envergadura fue en febrero en Hermisende (Zamora), con 105 hectáreas quemadas; y en verano los de julio de Torremormojón (92 de cereal) y el de principios de agosto en Hornillo (Ávila), del que aún no hay datos definitivos y rondó el centenar.
Tampoco han destacado por multitud las declaraciones de niveles de alerta de Infocal. El 1 se ha activado en seis ocasiones y el 2 en una, y en ese caso en cuestión de cincuenta minutos se pasó de este riesgo a estar extinguido. Ocurrió en julio en Mombeltrán (Ávila).
En total ese medio millar de incendios registrados este año han arrasado con 1.392 hectáreas, de las cuales 1.033 se correspondían con matorral y monte bajo, 267 con pastos y 92 eran arboladas, de acuerdo con el balance provisional publicado por Medio Ambiente en la plataforma de información en tiempo real Inforcyl.
Bajo control el incendio forestal provocado en El Hornillo (Ávila)
Isabel JimenoLa Junta de Castilla y León rebaja a 0 el nivel de peligrosidad menos de 24 horas después de que de madrugada comenzasen a arder cinco focos
Por provincias, Burgos y León son los que han registrado un mayor volumen de incendios y de superficie afectada. 490 hectáreas en el primero de los casos y 548 en el segundo. Zamora, que suele ser uno de los territorio más conflictivos y cuyo verano 2022 será siempre recordado, no alcanza en esta ocasión las 150 hectáreas en todo el año.
Precedentes
Si se toma como referencia la superficie total quemada en el conjunto de todo un ejercicio la media de la década se sitúa en torno a los 20.000. Los mejores precedentes fueron 1971, con 2.001; 2018, con 2.626; y 2023, con 3.400. El pasado año firmó la mejor campaña de la serie, con los mejores registros en verano, un millar de hectáreas afectadas, que si se mantiene la buena tendencia podría no superarse este año. Nada que ver, en todo caso, con un catastrófico 2022, en el que prendieron 83.000. Pese a los buenos resultados, desde Medio Ambiente insisten en la «prudencia». El escenario ha dejado de ser favorable. El calor no ayuda y el combustible ya está seco. Quedan otros dos meses por delante en los que velar por la difícil tarea de mantener el alto nivel de conatos.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete