cuarto singuante

Creer en Europa

Nuestra honrosa bandera azul con estrellas amarillas sigue siendo igual de respetada

Periféricos, pero muy centrados. Este podría ser eslogan con el que la Unión Europea quiere potenciar territorios como la eurorregión Galicia-Norte de Portugal en la nueva Alianza por la Cohesión, firmada estos días en Bruselas en el marco de la 20º Semana Europea de ... las Regiones y las Ciudades.

Frente a las graves consecuencias de la invasión rusa de Ucrania, el Covid-19 y la emergencia climática, Europa reacciona como mejor sabe hacerlo: organizándose. Y la cumbre de la capital belga ha servido para poner de acuerdo a los socios comunitarios en la necesidad de crear una política de cohesión más solidaria y con protagonismo de lo local, puntos clave para el fortalecimiento de las regiones.

Ya lo dijo la comisaria europea de Cohesión y Reformas de la UE, Elisa Ferreira, al recordar el papel fundamental que tiene la política de cohesión en la recuperación y la integración europea: «En tiempos difíciles se necesitan soluciones solidarias».

Y así es. Si algo caracteriza a esta nueva Unión Europea —nacida de la mayor crisis social y humanitaria que hemos vivido desde la Segunda Guerra Mundial— es su demostrada capacidad de solidaridad territorial: tenemos más recursos, más proyectos; somos más ágiles y menos burócratas… Y, lo más importante: nos lo creemos. Hemos alzado una sola voz y desplazado el protagonismo de los símbolos para enfocarnos en los objetivos y no en los objetos. Nuestra honrosa bandera azul con estrellas amarillas sigue siendo igual de respetada, aunque ahora vemos detrás de ella un horizonte más práctico, más simple, más eficaz.

Europa se orienta a los resultados con el punto de mira puesto en la lucha contra las desigualdades sociales y territoriales. «Debemos seguir construyendo autopistas de asfalto y raíles», afirma Elisa Ferreira, «pero tan importante como eso es construir autopistas de conocimiento, cultura y concordia», precisamente tres cosas de las que en Galicia sabemos mucho y bien.

Una vez más Europa se somete al examen de la Historia, y lo hace entre crisis económicas, mesianismo e insolidaridad. Pero nuestra fortaleza está en el convencimiento que ahora tenemos. Podemos hacerlo. Los que vivimos en la periferia del continente (aunque no apartados) reivindicamos esa necesaria centralidad, algo que la nueva política de cohesión parece decidida a darnos: cooperación territorial, solidaridad e integración. Todo ello sin prejuicios, en tiempo y forma, y cUEste lo que cUEste.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios