Feijóo acusa al «Gobierno urbanita» de tratar al «rural» con «dejadez» y «desdén»

A renglón seguido, ante los medios de comunicación, Feijóo ha censurado la «dejadez» del «Gobierno urbanita» con la agricultura, la ganadería y la pesca. Se refiere explícitamente a los recientes ataques al sector desde Francia, pero puntualiza que «no es cuestión de un día», sino una actitud «persistente», con un «enorme desdén». «La política medioambiental no se puede diseñar mirando por una ventana en la Castellana, en Madrid, sino viniendo al rural», advierte.

Feijóo ha puesto en valor que los consejeros de agricultura del PP se reúnen este lunes para abordar un «plan de choque» a favor del sector, «bien estructurado», replanteando un «plan nacional del agua», así como una «política fiscal de reducción de impuestos». En este sentido, marca como ejemplo a seguir el de Galicia, donde no se pagan impuestos cuando se compran, venden o permutan tierras, y donde existen los gravámenes más bajos para comprar vivienda en el rural. La idea, ha dicho, es «extender este plan de impuestos a toda España». Como con otras propuestas, el PP pondrá a «disposición» del resto de regiones su plan de choque.

Sobre el Gobierno, ha incidido en que en su momento se manifestó «en contra del consumo de carne», rechaza bajar el IVA a determinados alimentos, mantiene el 100% en carne y pescado en conserva, realiza un «regateo permanente» con «ausencia de inversiones» en regadíos, a pesar de la sequía, y culpabiliza y estigmatiza a la ganadería por las emisiones de metanol a la atmósfera.

En cuanto al debate de esta noche en CRTVG, ha bromeado comentando: «Ya les anticipo que yo voy con Rueda». Espera un «buen debate», «respetuoso» pero «intenso», «constructivo»; en el que confía en que su sucesor al frente de la Xunta hará «balance» de su gestión y «comprometerá» un programa electoral que solo depende de un partido, el PPdeG. Con un candidato «conocido, con experiencia y trazabilidad política, y un «gran» equipo detrás. Y que servirá para que se constante que, el 18F, hay solo «dos opciones»: o un «multipartito» de formaciones de la izquierda, o un «gobierno estable» de los populares, si obtienen una nueva mayoría absoluta.

Al hilo, ha advertido de que una muestra de lo que conllevan los multipartitos que dan pie a gobiernos «débiles y divididos», a expensas de sus «socios parlamentarios», se aprecia en su impacto en sectores como el agro-ganadero. «El Gobierno central tiene poco tiempo para los agricultores», ocupado como está, principalmente, en el que es su gran problema: los líos «internos», fruto de su endeblez, ha lamentado.