Diez claves para entender al Picasso de La Coruña

Este jueves se inaugura la exposición 'Picasso branco no recordo azul' en el Museo de Bellas Artes, una muestra crucial entre las enmarcadas en este año dedicado al pintor

Picasso en ARCO: un muerto muy vivo, pero con poca obra

Imagen de un retrato de Picasso, de Robert Doisneau AFP

Ántar Vidal

La Coruña

La ciudad de La Coruña lleva ya años reivindicando la figura de Pablo Picasso, pero también el pintor le debe mucho a la urbe herculina. Picasso pasó gran parte de su infancia en sus calles, justo coincidiendo con su etapa de desarrollo artístico. El niño ... Picasso era una esponja que se empapaba de la vida de la ciudad: «Hay que reivindicar el papel de La Coruña en la formación artística de Picasso y cómo los cimientos estéticos de ese periodo trascendieron a su futuro en elementos tan importantes como los temas, la iconografía o el concepto«, recordó Malén Gual, una de las comisarias de la exposición 'Picasso branco no recordo azul' que se inaugurará este jueves en el museo de Bellas Artes.

La muestra, que es «el gran evento cultural del año en Galicia» —según el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez—, está conformada por 120 piezas que explican la conexión atlántica del artista malagueño. 68 de ellas son obras del propio Pablo Picasso, pertenecientes no solo a su etapa coruñesa, sino también de su fase de madurez. Las piezas llegaron a La Coruña procedentes de 35 instituciones nacionales e internacionales: desde el Museo Picasso de Barcelona hasta el Musée National Picasso-París, pasando por el Reina Sofía o el Museo Picasso de Málaga. La calidad de las obras convierten esta exposición en una de las muestras capitales en el marco del Año Picasso, que conmemora el medio centenario de su fallecimiento, celebrado en colaboración por los gobiernos de España y Francia.

'Picasso branco no recordo azul' está articulada sobre 10 puntos clave para comprender la influencia de La Coruña sobre este crucial pintor, todavía en ciernes por aquel entonces. El primero es el clasicismo y la academia. Como alumno de la Escuela Provincial de Bellas Artes de La Coruña, Picasso mamó del clasicismo. Y la comisaria Gual recuerda que el artista conservaría a lo largo de su vida varias esculturas de este tipo. El segundo de los vértices es el realismo y paisajes: las calles coruñesas también fueron maestras y modelos del pintor malagueño. Tres: la conciencia crítica «nace en La Coruña», entre otras cosas, por su «relación con el exministro republicano Pérez Costales« y contacto con revistas satíricas, explicaba este martes en la presentación la comisaria. En cuarto lugar, los retratos. Una sala de las »más bonitas«. Picasso no volvería a hacer retratos similares a los que hacía en La Coruña, pero »sí hay un cierto seguimiento« en algunos aspectos, como las poses. En general, »Picasso nunca copia« lo que había realizado con anterioridad, pero »nunca renuncia a lo que ya había hecho«, explica Gual. En esta sala se expone el retrato que hizo de su hermana Lola con una muñeca.

El Picasso escritor

El artista malagueño, aunque menos conocida, tuvo una vertiente escritora. Picasso había hecho varias revistillas que pretendía enviar a sus familiares. Se nutría de otras publicaciones como 'Blanco y negro', precursora de ABC. «Su primer contacto con la escritura —escribió poemas en su madurez, y obras de teatro— fue con la mezcla de imagen y texto». Seis: aunque era un adolescente, se despertaba en Picasso el sentido del erotismo. «Despierta sus sentidos« en La Coruña, explica la comisaria, y se reflejará en su futura obra.

El séptimo punto tiene que ver, por fin, con el cubismo. El estilo más representativo de Picasso, aunque no se gestó puramente en Galicia, sí lo hace su interés por la geometría, la horizontalidad y la verticalidad. En su pieza 'Instruments et musique et compotier sur une table' hasta se puede identificar una gaita. La octava pata de esta muestra hace referencia a los grandes maestros. Por ejemplo, el primer contacto que tiene el pintor con Diego Velázquez es en La Coruña: un libro de la Escuela recogía su obra. «Llegó a Madrid ya con la mirada de Velázquez».

Nueve: el pintor y su modelo. Su primera obra maestra, 'La muchacha de los pies descalzos', expuesta, ya recoge la dualidad que acompañaría su obra por siempre. Y, por último, los mosqueteros. Es en La Coruña donde Picasso descubre y reproduce al mosquetero, esa figura de soldado de infantería «de capa y espada».

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