Los sindicatos retoman el diálogo con la Xunta pero no desconvocan la huelga

Durante su comparecencia en la Cámara gallega, el también conselleiro de Xustiza garantizó que el Ejecutivo autonómico está dispuesto a «hablar de todo», incluso de las demandas de los trabajadores de un incremento salarial superior al que ya ha ofrecido la Administración gallega y que alcanzaría los mil euros anuales. No obstante, Rueda apeló a la «racionalidad» del comité de huelga y señaló que la subida que demandan los sindicatos es inasumible por parte de la Administración gallega. «No vamos a ser inamovibles en ninguna oferta, por supuesto tampoco en la económica, pero también es cierto que si los sindicatos se mantienen en pedir casi 3.000 euros más al año, oiga, ni con Rueda ni sin Rueda , no podremos llegar a un acuerdo», matizó el vicepresidente de la Xunta, haciendo referencia a una de las demandas del comité de huelga: que sea el propio número dos del Ejecutivo gallego el que se siente a negociar en persona con los trabajadores.

Precisamente, y tras hacer un repaso cronológico por las negociaciones que los distintos representantes de la Administración autonómica han mantenido con las centrales, el titular de Xustiza lamentó que las demandas de los funcionarios estén actualmente «centradas en una cuestión económica». «Mientras no se admita esto será muy difícil cerrarlo [el conflicto]», zanjó el vicepresidente gallego, al tiempo que aseguró que la mayor parte de las demandas formuladas por los trabajadores al inicio de las conversaciones sí han sido aceptadas por parte de la Xunta. En este sentido, Alfonso Rueda reiteró que la oferta del Ejecutivo autonómico ha sido la de ofrecer un incremento que de media rondaría los mil euros anuales en el complemento autonómico de los funcionarios, con el que los trabajadores públicos gallegos «superarían» de media el complemento que se está cobrando en otras Comunidades autónomas. Asumir las reivindicaciones del comité de huelga —que el vicepresidente gallego cifró en unos «2.700 euros más al año»— tendría un coste para las arcas públicas que Rueda cifró en «500 millones de euros». «¿Si en las administraciones en las que gobiernan todos los funcionarios pidiesen 2.700 euros más al año ustedes dirían también que sí?», preguntó Rueda a los grupos de la oposición.

Otro de los puntos que ha tensionado las conversaciones entre Xunta y sindicatos ha sido el rechazo al director general de la Función Pública, José María Barreiro, como interlocutor válido en las negociaciones. Tras acusarlo de «dinamitar» los avances y exigir que dejase de encabezar la representación de la Xunta, el comité de huelga puntualizó a través de un comunicado que «esperan» que Barreiro no lidere de nuevo las conversaciones. Por su parte, Rueda reiteró que él solo asistirá a la mesa de diálogo en persona si las centrales suspenden la huelga, «si no, estará presente una representación de la Xunta de Galicia, directamente en contacto» con el Gobierno gallego.

Los grupos de la oposición en el Parlamento coincidieron en rechazar que las reivindicaciones de los funcionarios sean únicamente salariales. Para la viceportavoz de En Marea, Carmen Santos, es «escandaloso» que la Xunta quiera trasladar esta imagen, mientras que la diputada socialista Patricia Vilán le afeó a Rueda que en sus nueve años como responsable de Justicia «no haya aplicado» medidas para mejorar este servicio. El nacionalista Luís Bará, por su parte, acusó al vicepresidente de actuar como «bombero pirómano» en este conflicto.