Rueda acepta liderar las negociaciones si los sindicatos suspenden la huelga

«No es una exigencia, es una petición», aclaraba Rueda ayer, colocando la pelota en manos del comité: «Si hay voluntad de negociar, no debería haber excusas » , subrayaba durante la mañana del miércoles en Vigo el vicepresidente de la Xunta que, en el escrito dirigido al presidente del comité de huelga se muestra «seguro» de que sindicatos y administración comparten «el deseo de causar los menores perjuicios posibles a los ciudadanos con una huelga que se prolonga ya por 16 jornadas», causando «una considerable parálisis en los juzgados gallegos y notables perjuicios para toda la ciudadanía , incluidos los trabajadores que ven reducidas sus remuneraciones como consecuencia de su legítimo derecho de huelga».

Las fuentes sindicales consultadas no ocultan cierta satisfacción en el hecho de que Rueda esté dispuesto a sentarse en la mesa. Hablan incluso de un gesto de «valentía y responsabilidad ». Pero de entrada su respuesta a la suspensión de la huelga es un «no». No, mientras no sean convocados a una reunión previa en la que puedan sondear hasta qué punto está dispuesta a llegar la Xunta. «No podemos ir a una negociación quemando nuestras naves» , resume José Antonio Sotelo, el portavoz sectorial de CSIF. Sobre todo, después de comprobar en algunas asambleas que los funcionarios no están dispuestos a dar pasos en falso. «Los compañeros nos dijeron que ni hablar. Cuando veamos que la buena fe [de la Xunta] es real, entonces podemos hablar de suspender». El temor, al fin y al cabo, es a que los paros se suspendan y la Xunta haga una propuesta pírrica incompatible con lo prometido a los funcionarios. Lo mismo opina Manuel Tejada, portavoz de un comité en el que se integran hasta seis organizaciones más. Tejada ve «bien» que Rueda haya tomado la iniciativa, pero al mismo tiempo se declara «escéptico» sobre el recorrido de la maniobra. Primero, «que decidan ellos» lo que pueden ofertar, declara .

El vicepresidente, sin embargo, también valoró este escenario.«Si no se llegara a una acuerdo», explicó, «los sindicatos son muy libres para retomar la huelga bajo su responsabilidad».

Desde CSIF tienen claro cuál es su papel: el de negociar con «argumentos» y sin «insultar» a nadie, lo que contrasta con las actitudes de otras plataformas, caso de la CUT. La negociación, alega Sotelo, es «global». Por ejemplo, hablan de la convocatoria a oposición de 106 plazas en el sistema, igualar las incapacidades temporales (IT) al nivel de jueces y magistrados o las sustituciones temporales de rango superior. Aunque el principal punto de fricción es el salarial. Mientras el Gobierno gallego propone un incremento anual del complemento autonómico de entre 816 y 1.080 euros, el comité exige unos 2.700 . «Inasumible», según la Xunta.

¿Cómo se podría acercar una acuerdo? Según Sotelo, con una subida que aproxime a los funcionarios gallegos —según sus estimaciones— al nivel de sus compañeros en Cantabria, y los deje por encima de comunidades como Asturias. Rondaría, en definitiva, los 200 euros al mes y colocaría al colectivo entre los cinco mejores retribuidos del Estado.

«Sería estupendo», apostilla Nilo Fernández, de SPJ-USO, reivindicando los avances conseguidos hasta hoy, inspirados todos ellos en el famoso lema sindical de «ni un paso atrás». «No vamos a suspender la huelga solo porque se vaya a sentar Rueda» , sostiene.

De momento, los paros continúan bloqueando la Justicia. Ayer, el comité cifró el seguimiento en un 90%, aunque Vicepresidencia rebajó los datos hasta el 38% con el cumplimiento total de los servicios mínimos.