El PP se abstiene y facilita la apertura de una comisión de investigación en el Parlamento sobre O Marisquiño

En el primer pleno de la Cámara tras el descanso estival, el PP optó por la tercera vía. «Queremos toda la verdad pero no queremos circos» , resumió la parlamentaria y concejal viguesa Teresa Egerique, en contraposición a la política de «carpetazo y mordaza» practicada por Caballero desde que se tuvo noticia del siniestro. Con su abstención a la iniciativa lanzada por el BNG y En Marea, los populares también han buscado evidenciar las tensiones entre los socialistas y sus socios de la izquierda en otras instituciones, como la Diputación de Pontevedra. «Los que desconfían de sus socios tiene que venir al parlamento a emplear herramientas que no tienen en Vigo o en Madrid», ha incidido la popular, en referencia al Bloque.

En su intervención, Egerique ha cargado con severidad contra el alcalde, a quien ha acusado de ser un «monologuista» que practica el «estilo Maduro». «En una ciudad leal y valoresa, tenemos a un alcalde desleal y cobarde» , ha remarcado.

El PSOE, que ha votado en contra de la comisión, ha dado la cara por la gestión del gobierno local, asumiendo en buena medida su discurso, como la puntualización de que la estructura desplomada es un muelle portuario (competencia del Puerto), y no un paseo. El vigués Abel Losada –afín a Caballero dentro del grupo parlamentario— ha tildado la propuesta de «electoralista», propia de una «ceremonia de la confusión», y se ha amparado en el respeto de la «autonomía local» para argumentar el ‘no’ . «Hizo un papelón», le espetó en la réplica Egerique.

Desde En Marea han destacado el «deber» del Parlamento de investigar el hundimiento. «No llega con la investigación judicial, una cosa es que algo sea delito y otra que esté bien», ha sintetizado su líder, Luís Villares. En la bancada nacionalista, Ana Pontón ha lamentado la «pinza de la ocultación» coordinada entre el PP y el PSOE y ha censurado que las administraciones implicadas gestionaran la zona «sin mover un dedo para evitar su deterioro».

La Xunta, por su parte, ha detallado las sospechas que se ciernen sobre la responsabilidad del Ayuntamiento, como la ausencia de una autorización global para O Marisquiño. «Se tramita como si fuera una autorización de una comisión de fiestas» , ha denunciado el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en una comparecencia a petición propia.

El número dos del Gobierno gallego ha puesto de relieve las obligaciones que debió atender el Concello con arreglo a la reciente Ley de espectáculos públicos de Galicia, y ha lanzado dos anuncios: la Xunta adoptará medidas judiciales para compensar los «más de 200.000 euros» empleados en la atención sanitaria de los 467 heridos, y responderá favorablemente a la petición de reforzar el personal en el juzgado a cargo de la instrucción.