Piden 8 años de cárcel para un hombre por abusar de las hijas y sobrina de su pareja

El hombre, según se recoge en las diligencias previas e informa Ep, habría llamado a la niña desde su habitación, y cuando ella entró en el cuarto se lo habría encontrado desnudo en cama, invitándola a meterse con él. Ante la negativa de la menor, el presunto pederasta la agarró por los brazos y la tiró encima de la cama , tras lo que la menor consiguió golpear al hombre en sus partes íntimas. Aprovechó ese momento para huir de la vivienda, mientras el hombre le gritaba: «Más te vale que no cuentes nada de esto porque si no voy a matar a tu madre y la segunda va a ser tu prima ».

No era la primera vez que el investigado protagonizaba hechos similares, pues sobre él recae un antecedente penal cancelable por un delito de abuso sexual de menor de trece años y utilización de menores con fines pornográficos que arrastra del 2005, en una sentencia en Suiza.

Tampoco se quedan ahí los abusos contra las niñas de esta familia: indica la Fiscalía que el acusado también se paseaba por la casa completamente desnudo delante de las dos hijas de su pareja varias veces a la semana, y entraba desnudo al baño mientras las niñas se estaban duchando . Asimismo, se metía en cama desnudo con una de ellas.

La Fiscalía solicita, en total, una pena de ocho años y nueve meses para el acusado, además de la prohibición de acercarse a menos de 300 metros de la sobrina e hijas de su pareja o comunicarse con ellas durante siete años.

En concepto de responsabilidad civil, piden que se condene al investigado al pago de 2.800 euros por el daño moral derivado de estos hechos cometidos contra la sobrina —que deberán abonarse a su representante legal— y 1.200 euros por cada una de las menores perjudicadas —las hijastras—, un total de 2.400 euros, que se abonarán en una cuenta bancaria especialmente abierta a estos efectos a nombre de las menores. También se le impone la prohibición de desarrollar actividades u oficios en los que intervengan menores de edad y en la obligación de participar en programas o talleres de educación sexual.