Un museo para contar toda la historia de Galicia

Una visita a este espacio, a pocos pasos de la zona vieja compostelana, muestra salas permanentes para apreciar las diferentes facetas de la cultura gallega : desde el mar, al campo, pasando por los oficios, el traje o la música. El museo además cuenta con 11.500 registros en su colección, conformada principalmente por fondos etnográficos, pero también arqueológicos y artísticos. Hay a su vez exposiciones temporales y actividades.

Pero ahora quiere abarcar la fotografía completa. Y para ello cuenta con un espacio privilegiado. Cabe recordar también que en la iglesia del convento se encuentra el Panteón de Galegos Ilustres , fundamental para entender esa historia y para recordar a algunas de las personas que mejor representaron a Galicia. En él están Rosalía de Castro, Alfredo Brañas, Francisco Asorey, Ramón Cabanillas, Domingo Fontán y Castelao.

Entrando en su ampliación, se trata de la adecuación del ala sur de ese conjunto. Junto a elementos como la espectacular triple escalera helicoidal , una de las señas de identidad del mismo, y que se encuentra en la parte ahora abierta al público, la obra acometida por el Consorcio de Santiago entrará en el imaginario de los gallegos con sus amplias estancias, que combinan elementos nuevos con otros históricos, como algunas ventanas o puertas, y sus espectaculares vistas: desde la Catedral, a la Cidade da Cultura, pasando por una vista privilegiada de la zona histórica de la urbe.

Esta rehabilitación se realizó en momentos de Covid, aunque solo paró en las dos semanas en las que se frenó prácticamente toda la actividad no esencial. La actuación arrancó, recoge el Consorcio, a finales de 2019, y supone que el museo cuente con 2.400 m2, 1.600 m2 más. Además, «este ala puede utilizarse de manera independiente al resto del museo, manteniendo su acceso propio». Actualmente existe un punto de conexión entre norte y sur, pero en un futuro una pasarela deberá unir ambas partes.

En una visita realizada esta semana, las salas, que todavía esperan contenido, impresionan con su absoluto vacío. Guiada por Idoia Camiruaga, arquitecta que dirigió el proyecto y que forma parte del Consorcio. Junto a ella, Santiago Soler, el jefe de obra. Son ellos los que abren las puertas de este nuevo mundo , donde también llaman la atención los amplios ventanales que, en días soleados, aportan una luz natural muy valiosa.

Destaca además un lucernario y durante el recorrido se mencionan aspectos como el uso de materiales como el eucalipto gallego, o que se hayan conservado elementos ya presentes. En alguos momentos, por ejemplo, se puede identificar donde había un baño, una cocina, o el espacio para una pila. Se han cuidado también detalles como, en el piso primero, seguir el ritmo de las ventanas ya presentes, que combinan las pequeñas y las grandes. Mirar por ellas es como ver un cuadro en directo.

El montante asciende a los 3,4 millones, con una financiación del 50% por parte del Estado, el 30% de la Xunta y el 15% del Concello. El 5% restante llega de los fondos propios del Consorcio. Pero esta obra tiene otros elementos verdaderamente importantes y, a la vez, curiosos. Destaca la arquitecta, por ejemplo, el uso de la geotermia para su acondicionamiento térmico. Es el primer edificio patrimonial de la ciudad que la usa. Tiene también una fachada y cubierta renovadas, mejor aislamiento y comunicación, al tener un ascensor y una escalera vertical uniendo los pisos. Hay espacio para oficinas, para las exposiciones temporales y las permanentes. En la visita, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, señaló que esperaba poder contar con esos contenidos para el Día de Galicia. Desde el museo se señala que esta zona nueva será una continuación de una «musealización que comienza en la parte norte del edificio coventual». El espacio ya está listo para realizar ese viaje de la Prehistoria a la actualidad. Una musealización «más completa» para conocer un poco mejor la historia , al tiempo que se mira al futuro.