Don Juan Carlos espera «muchos abrazos» y «ver a la familia» en la Zarzuela

Estas palabras Don Juan Carlos las ha pronunciado a la salida de la entrega de galardones de la Regata InterRias, que precisamente ha ganado el 'Bribón 500' que hoy ha podido patronear él mismo . En la única prueba disputada este domingo, el barco del RCN de Sanxenxo ha firmado una cuarta plaza, que, sumada a los dos primeros puestos del viernes, sirven para el triunfo final.

Al abandonar el puerto deportivo, entre aplausos de un centenar de simpatizantes, el coche de Don Juan Carlos se ha detenido a la altura de donde estaban los medios de comunicación. Al preguntársele si tenía ganas de ver este lunes a la familia, respondió que «muchas»; y sobre qué espera de la visita a La Zarzuela, ha contestado que «muchos abrazos» y «ver a la familia» .

Durante la entrega de premios, el padre del Rey ha vuelto a recibir el cariño de la ciudadanía que asistía al acto , además de un reconocimiento del patrocinador por la difusión de la imagen de Sangenjo y Galicia. Don Juan Carlos ha disfrutado además de la camaradería del resto de participantes en la regata , con los que ha hablado y bromeado durante la entrega.

Después de pasar el fin de semana en casa de su íntimo amigo Pedro Campos, presidente del Real Club Náutico de la localidad pontevedresa, Don Juan Carlos se subirá este lunes por la mañana al avión en el aeropuerto de Peinador, de Vigo, para desplazarse a Madrid y acudir a La Zarzuela, antes de regresar a Abu Dabi (Emiratos Árabes).

Con todo, el de este lunes no será su primer encuentro con familiares en este primer regreso -temporal- a España. Cuando el jueves por la tarde aterrizó en Vigo desde Abu Dabi, le recibió su hija mayor, la infanta Elena, que le acompañó en Sangenjo hasta el viernes. Además, el sábado Don Juan Carlos se desplazó desde Sangenjo hasta Pontevedra -unos 15 kilómetros- para ver jugar a balonmano a su nieto Pablo Urdangarin , ya que su equipo, el FC Barcelona B, disputaba un partido con el equipo local, el Cisne. Al acabar el encuentro, abuelo y nieto se dieron un gran abrazo.