Gómez Besteiro insiste con el Senado

La operación se acelera tras conocer que la Mesa de la Cámara Alta remitió un escrito a la mesa del Parlamento para que Galicia renueve sus tres senadores por designación autonómica. Según ha podido saber ABC, esta decisión debería de tomarse el 21 de diciembre y Besteiro se presenta voluntario. Su jugada le permitiría desvincularse de De Lara y que sea el Supremo quien lo investigue . Aunque Besteiro no trasladó al grupo parlamentario formalmente su decisión, ya comenzó a preparar el terreno. Además cuenta con la ayuda de cargos institucionales como los presidentes de las diputaciones, el presidente de la Fegamp y la alcaldesa de Lugo, y a los diputados solo les quedaría obedecer. Además, busca aliados externos para «justificar su decisión».

Sin embargo, el líder del PSdeG, además de justificarse ante la opinión pública, tiene que justificarse ante la dirección federal de su partido. Según ha podido confirmar ABC, el expresidente de la Diputación de Lugo cree que es un «buen momento» por la «inmediatez de la campaña electoral» y porque la dirección federal «lo va a considerar un asunto menor». En todo caso, Besteiro y sus colaboradores trabajan para vencer las resistencias, una vez que «ha demostrado que tiene el respaldo de los representantes orgánicos e institucionales más influyentes».

Mientras tanto, sus opositores especulan y esperan para tratar de torpedear su «superviviencia» . Algunos de ellos confiesan que «sólo lo apartarán del cartel las primarias porque el calendario y la suerte lo acompañan». Además, en todo el proceso, no se puede contar con el alcalde de Vigo. Caballero está empeñado en «sacar el mejor resultado en la provincia de Pontevedra y eso es lo importante», señalan fuentes del PSOE.

Sea como fuere, oficialistas y críticos esperan a que la dirección federal se pronuncie y justifique cómo un imputado se va a convertir en senador, tras haber renunciado hace unos meses por ese mismo motivo. Todos son conscientes de que si Pedro Sánchez autoriza la operación, la llegada de Besteiro a Madrid para refugiarse es inevitable y «construir un alternativa se ve más lejana e improbable».