Los ganaderos gallegos cobran hoy 10 céntimos menos por litro que en 2013

Pese a que el dato se enmarca en un escenario de mermas generalizadas, la región lidera una tabla en la que la siguiente autonomía con el mayor desplome es Extremadura con un 21%, 5,41 puntos porcentuales por debajo; mientras que Castilla-La Mancha cae un 20 y Castilla y Léon un 19. La media por tanto se establece en el 20%.

La comparativa realizada por el COAG recogiendo los datos de noviembre de 2013, fecha en la que las explotaciones gallegas vendían a 39 céntimos el litro; y del mismo periodo del pasado año, en el que los precios bajaron hasta los 27,8, destaca otro dato llamativo. Galicia es de entre las zonas tradicionalmente productoras de leche la que registró el menor aumento de producción en toda España. Un 4,7% frente al 15,47 de Navarra.

Durante el periodo analizado en el estudio queda claro que no todas las Comunidades han participado del incremento del 7% —de 506.600 toneladas a 542.000 entregadas en el undécimo mes de 2015— en la misma proporción. En la parte baja se sitúan junto a la gallega, Cantabria, País Vasco, Asturias, Castilla y León y Cataluña, por debajo del 5%; y junto a la Navarra lo hacen Andalucía, Castilla-La Mancha o la Comunidad de Valencia con una media de incremento del 11%.

Y de la crisis que arrastra el sector con Galicia especialmente tocada dan cuenta las 65 explotaciones lácteas que España perdió al mes durante el periodo objeto de análisis. La caída de un 20% en el precio medio que se paga por litro de leche en los dos últimos años obligó a cerrar 1.544 granjas hasta reducir la cifra de las que permanecían en activo hace apenas dos meses a 16.490. Según los datos oficiales publicados por el Ministerio de Agricultura, solo entre enero y noviembre de 2015 600 ganaderos de vacuno de leche abandonaron la producción en el país. De estos, 425 eran gallegos.

Las razones que se esconden tras esta caída no son desconocidas . El letargo en el que llevan años sumidos los ganaderos recibía su última estocada de la mano del fin de las cuotas lácteas —limitación sobre la producción vigente desde 1984— el pasado 1 de abril. Esto provocó un aumento significativo de la producción que unido a la presión de los la industria y la distribución arrastró los precios por debajo de los costes de producción. «Hoy más que nunca es necesario un control de la producción láctea a nivel comunitario, para evitar excedentes y precios de ruina a los ganaderos», subraya el secretario general del COAG, Miguel Blanco, quien acentúa el fracaso del pacto lácteo firmado el pasado otoño . Precisamente, este lunes la Xunta exigía al Ministerio «contundencia» ante un acuerdo que reconoce «está tardando tiempo en cumplirse».