Hazte premium Hazte premium

Galicia envía a Venezuela votos por la libertad

Los venezolanos afincados en la Comunidad se movilizan en la consulta para dar un grito de impugnación contra Maduro

Una mujer tras una bandera venezolana MIGUEL GUTIÉRREZ/EFE

MARIO NESPEREIRA

Francisco Javier Salas suele describrir la situación de Venezuela con la misma frase: «A mí me asaltó dos veces el mismo ladrón» . Y llegados a ese punto, las maletas casi se hacen solas. Hoy preside a sus 72 años la Asociación de Venezolanos de Santiago (Avesanti), una de las entidades que ayer prestaron colaboración en la consulta internacional organizada contra el régimen de Maduro. Contra la falta de libertad, al fin y al cabo.

En Compostela, por primera vez un restaurante se convirtió en «punto soberano» . Así le llamaron los opositores a los centros de votación, esparcidos en Galicia desde Vigo hasta La Coruña; desde Carballiño hasta Vilagarcía de Arousa. Locales, centros y hasta iglesias habilitados para los cerca de 4.500 venezolanos instalados aquí; dispuestos muchos de ellos a secundar con su papeleta un acto de «rebeldía popular», como lo describen. De impugnación contra la privación de la vida cotidiana.

«Imagina que quieres comprar dentífrico. Te levantas a las 3 o 4 de la mañana para acudir a la tienda y hacer cola . Una vez allí, te dan un papel para que esperes junto a cincuenta o cien personas. Pero llegas a la tienda y ese día no ha llegado el dentífrico. Lo que hay es harina-pan, y la compras porque no sabes cuándo la vas a poder tener ». Es un ejemplo. Sale del relato de Francisco Javier, apostado en un pequeño sillón junto a dos jirones de tela con los colores de la bandera de Venezuela. Hay globos con estrellas adosadas y cartelones del «Movimiento Libertado» encabezados todos con la misma tesis: «El pueblo decide». Frente a Francisco está Regina Balebona, la coordinadora de la consulta en Santiago. Requieren su presencia a menudo para organizar en el sótano del restaurante las urnas y el circuito que tiene completar cada sufragista: espera en un salón, identificación, voto en un discreto atril y, si acaso, firma en una declaración contra el régimen.

Regina tiene a su marido en Venezuela. Se vino a Galicia con su hija mayor, su esposo y el bebé de ambos. Una huida política . La hija de Regina estaba involucrada en el movimiento estudiantil, por lo que ya recibía las amenazas de los abyectos al chavismo. Hasta que la grabación de un documental crítico con la dictadura le granjeó la apertura de un expediente y la socialización del miedo al resto de su familia. Se vinieron. «Sí, es un exilio ».

«Crearon odio»

Por afectación directa o indirecta, todos encarnan el relato que sale a menudo en los medios: falta de medicamentos, escasez de comida, y mordaza para las opiniones. «Crearon odio entre los propios venezolanos y eso es algo que llega . Duele mucho, porque somos hermanos y lo queremos una Venezuela que sea rica como antes», lamenta una de las participantes en la consulta, Raquel Obes, hija de emigrantes gallegos. Su padre, natural de Orense, cuenta 84 años y problemas en la próstata. Sin la posibilidad de enviar fármacos desde España, la familia de Raquel está a expensas de lo que amigos y familiares le puedan traer de Estados Unidos. Sobre la ayuda de terceros países, David González, otro de los votantes, tiene su receta: «Puede ser accesorio para lo que realmente hace falta, creo: bien una salida por la fuerza o un entendimiento por las buenas».

Van los venezolanos haciendo el circuito del voto. Se oyen a veces aplausos, dirigidos la mayoría hacia personas mayores que se mueven con dificultad. Llega el turno de votar para Raquel. Introduce la papeleta y exclama ante las dos mujeres de la mesa. — ¡Y viva mi Venezuela libre! —Amén.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación