Galicia, Asturias y Castilla y León refuerzan su alianza para reivindicar el Corredor Noroeste

En un acto celebrado en Santiago, los presidentes autonómicos Juan Vicente Herrera, Javier Fernández y el anfitrión, Alberto Núñez Feijóo, sumaron sus voces para reclamar al Gobierno central una hoja de ruta sólida, a fin de conseguir al menos el 50% de financiación europea en los fondos que comenzarán a repartirse en 2021 , como parte del mecanismo «Conecta Europa».

El camino hasta ese punto ha sido largo. En octubre de 2017, las tres comunidades se plantaron contra la no inclusión del ramal noroeste en los planes de la UE. Su petición fue escuchada, primero, por el Gobierno de España al incluir el corredor dentro de sus peticiones a la Unión, y después, por las propias instituciones comunitarias, que dieron su visto bueno final.

«Estábamos fuera y juntos conseguimos estar dentro» , ha recordado Feijóo, frente a un público compuesto por cargos políticos de las tres comunidades y agentes sociales, económicos y sindicales. «Solicitamos al Gobierno que programe las actuaciones (que suponen alrededor de 3.000 millones de euros) y que demande la financiación comunitaria para transformar las líneas ferroviarias del siglo XIX en una vía de ferrocarril de mercancías del siglo XXI», ha subrayado el presidente de la Xunta.

En concreto, las peticiones para conseguir esa conexión «eficiente y efectiva» pasan por incrementar la electrificación de las vías, mejorar el paso de los convoys eléctricos y facilitar la llegada de trenes de 750 metros reduciendo pendientes (algunas llegan al 20%), actuando sobre los gálibos, revisando estructuras de paso o favoreciendo la intermodalidad.

«El corredor 7 es una pieza clave para la cohesión y la vertebración de España. Una España que hoy en materia de infraestructuras es hemipléjica, con claro desequilibrio entre el Atlántico y el Mediterráneo », ha incidido Herrera. El mismo razonamiento empleó su homólogo asturiano, Javier Fernández, al alertar contra el «riesgo de descompensación territorial de la red de infraestructuras».

Uno y otro abandonarán sus cargos en verano, tras la celebración de las próximas elecciones autonómicas de mayo. Fue Feijóo quien les rindió tributo. En una jornada plagada de mensajes indirectos contra el separatismo y su «afán de supremacía» sobre el Estado autonómico, el jefe del Gobierno gallego se propuso seguir el «ejemplo» del asturiano y el castellano-leonés en el futuro. Feijóo alabó a los cargos «que anteponen el interés general al partidista» frente a aquellos con los que se llega al «desastre».

Su reflexión incluía una coda final: «¿Por qué será que los buenos políticos se van?».