Feijóo llama a la oposición a convertir Galicia en una «excepción» a la «desunión y el ruido»

Tras recordar que no ha habido una «buena agenda de acuerdos» y lamentar «algunos síntomas desesperanzadores» , Feijóo insistió en su alocución, que cerró una mañana que se prolongó hasta el arranque de la tarde, en que «podemos convertir a Galicia en la excepción política al ruido ensordecedor que está lamentablemente invadiendo la política española». «Haré lo posible para que así sea. Si tenemos el visto y place de los líderes de la oposición seremos más. Si no, seremos la mayoría».

El jefe del Ejecutivo autonómico trasladó a sus interlocutores que no es «bueno caer en los mismos tics políticos» que se dan a nivel nacional. « No es bueno ni extremismos ni radicalidades », añadió, en lo que puede interpretarse como alusión velada a la deriva cada vez más acusada del BNG hacia el independentismo, que Feijóo ha reconocido públicamente que le preocupa. Sí es bueno, en cambio, apostar por «la estabilidad, la seguridad, el diálogo, escuchar a los demás» enumeró. Esa, dijo, es la postura de la Xunta, un «Gobierno que cree en mayorías» pero también en prestar atención a lo que proponen los grupos del arco parlamentario, para «ampliar» su perspectiva.

Feijóo subrayó que le «gustaría que en estos grandes asuntos», especialmente en materia de pandemia, « podamos mandar un mensaje de unidad a la población ». «No voy a dejar en ningún momento de intentarlo, con independencia de los resultados de esta reunión». Encuentros bilaterales, porque el BNG no quiso que fueran a tres, en los que Pontón dejó un documento con propuestas y Caballero prometió hacerlo por la tarde. El presidente de la Xunta comentó que había echado en falta una mayor concreción, que fueran propuestas «un poco más conformadas», pero quiso ver el cariz «en líneas generales positivo y constructivo», para «restablecer confianzas» y «diálogo», algo, en el momento actual, «más que bueno, obligatorio».

Feijóo planteó a ambos líderes de la oposición una amplia batería de temas. En el capítulo de novedades, anunció que después de Semana Santa comenzará la vacunación contra el Covid de los gallegos entre 65 y 55 años . Además, invitó formalmente a los dos grupos a celebrar los 40 años que cumple el Estatuto de Autonomía, haciendo llegar sus propuestas para conmemorar esta fecha.

Pontón, que ya tiene su foto con Feijóo , fue la primera en comparecer. Se situó ante el micrófono a las 12.50, tras más de dos horas de una reunión que calificó de «cordial, constructiva y positiva», pero al tiempo se encargó de reprochar que « sabíamos que las bases con las que planteó el presidente de la Xunta esta reunión, no era [para] conseguir un gran acuerdo de país » frente a la pandemia de Covid. Insistió en que era «evidente» que el careo «no tenía como objetivo» ese pacto en el que lleva insistiendo el BNG desde hace meses, al considerarlo prioritario para afrontar la pandemia.

« El marco que estableció el PP hace meses desechaba esa posibilidad », subrayó. Aunque quiso atemperar, y aseguró que ve «positivo que haya diálogo» y «se puedan poner sobre la mesa algunas cuestiones», tampoco dejó de hacer hincapié en las conocidas y amplias diferencias, esas «discrepancias» que calificó de «notables» y que separan al Bloque del PP y por tanto de la Xunta, a la que instó a «rectificar».

Pero ese pacto entre todas las fuerzas sigue siendo irrenunciable para el BNG y por ahí ahondó Pontón en sus habituales críticas al «alcance» que el grupo mayoritario en O Hórreo ha dado a la comisión de reactivación: «No era el de grandes acuerdos de país», insistió. Entre otros asuntos, razonó, por haberla dotado con 33 millones de euros, «una cifra que bajo nuestro punto de vista es ridícula». La líder nacionalista afeó una vez más al PP que se escude en su mayoría absoluta, algo que ve un « error desde el punto de vista político », porque las medidas que alumbre «no van a ser decisiones que surjan de un gran acuerdo».

Mantener un diálogo más fluido en adelante «depende del presidente de la Xunta», trasladó el balón al tejado de Feijóo. «Le dije que tenía toda la disposición de asistir a todos los encuentros que considerara . Con el BNG la puerta del diálogo siempre está abierta». «Esto no debe ser una anécdota, lo lógico es que podamos intercambiar opiniones de manera fluida; me parece normal y razonable», apostilló.

Acuerdos, en el cara a cara, hubo más bien pocos. Según Pontón, hubo coincidencia en buscar soluciones a la crisis industrial, especialmente en el sector electrointensivo y naval. Feijóo afirmó que tomaría en consideración la proposición de ley impulsada por el BNG para reconocer la violencia vicaria , la violencia de género ejercida a las mujeres a través de sus hijos; y que estudiaría incrementar las ayudas a las víctimas. También se puso sobre la mesa, explicó la portavoz del BNG, la necesidad de ampliar las competencias, tras 12 años sin transferencia. El Bloque, más allá de AP-9 o costas, hizo especial hincapié en la competencia de tráfico.

En el resto no hubo mayores puntos de encuentro, como en sanidad, donde Feijóo no compartió la lectura catastrofista de los nacionalistas. Sobre los proyectos que optan a los fondos Next Generation, Pontón reclamó una documentación completa para conocer la letra pequeña y volvió a insistir en que Galicia pueda gestionar estos fondos de forma directa, a pesar de que son los países miembros de la UE los que negocian con Bruselas.

Caballero, que estaba citado a las 12.00 pero acudió pasadas las 12.40, que planteó a Feijóo asuntos articulados en doce grandes capítulos, pero no dio cuenta, ante los medios de comunicación, de acuerdos concretos. Insistió en reclamar «cogobernanza», se reivindicó como «eslabón» con el Gobierno central .

También se sumó a la voluntad de « convertir un día atípico como hoy en normalidad ». «Que el presidente de la Xunta hable con los líderes de la oposición debe ser lo normal en democracia. Que el líder del PP hable con el del PSOE en Galicia, es algo que también tiene que convertirse en normalidad en tiempos de anormalidad».