Los concellos turísticos aceptan «resignados» el cierre perimetral

El alcalde de Baiona, Carlos Gómez , va un paso más allá: «Estos días podrían ser la luz al final del túnel, pero los afrontamos con resignación», admite refiriéndose ya no solo al cierre perimetral gallego, si no también al nivel de restricciones alto que deja cerrado el interior de la hostelería y que tan solo deja aprovechar las terrazas al 50% . Los regidores de estos dos municipios pontevedreses coinciden en que el problema mayor reside en el nivel alto de restricciones en los que la Xunta los incluyó, debido a su elevada incidencia acumulada. Por ejemplo, Martín asegura que muchos de los restaurantes de la zona tenían reservados «todas sus mesas, estaban completos». Algo que las restricciones terminó por tumbar. Aun así, ambos regidores son conscientes de que «las decisiones no se toman a la ligera».

«Somos un ayuntamiento de servicios», añade Gómez , y ese nivel de restricciones afecta «mucho» a la hostelería de ambos concellos: «Son los principales afectados, pero hay más: creo que podría llegar a crearse incluso un conflicto social», puntualiza Gómez. « Si las terrazas están a la mitad del aforo permitido, el problema ya no es solo de los hosteleros , si no que también termina por afectar a los vecinos y los visitantes», explica. «No hay que responsabilizar a uno o a otro sector; lo que tenemos que pedir es que haya responsabilidad individual. Como sociedad, tenemos que estar a la altura», reitera Gómez, quien también ruega que se cumplan las medidas sanitarias para evitar un retroceso en el avance hacia el fin de la pandemia.

Ambos concellos suelen ser los lugares más concurridos de Galicia en las festividades, con una gran cantidad de turistas movilizándose hasta la zona. Las asociaciones de comercio también muestran su desencanto con las medidas, «no porque no sean necesarias», si no porque han terminado por conformar un retroceso económico para los comercios y locales de la zona. Sin embargo, la palabra más repetida, al igual que en las conversaciones telefónicas con los regidores, seguía siendo la misma: « Resignación ». Más aun con la situación de la hostelería, puesto que si ellos permanecen con un menor aforo, no habrá tantos lugares con disponibilidad y eso podría provocar una menor compra en los locales comerciales, observa Julio Presas, presidente de Entretendas , la asociación de comercio del concello de Sanxenxo.

Aun así, tienen un pequeño rayo de esperanza: «Al no poder salir de su zona, la gente se conciencia un poco más de la importancia de potenciar el gasto en el pueblo» y en los comercios de cercanía, relata el presidente de la asociación de comerciantes de Baiona, Marcos Comesaña . Aunque ya estaban preparados para una reapertura, son conscientes de la importancia de mantener las distancias y la seguridad sanitaria. Algo de lo que se encarga también la Policía Local de los concellos, en colaboración con la Guardia Civil . «Realmente es la Guardia Civil quien debe hacerlo, pero desde la Policía Local tratamos de controlar que se cumplan todas las medidas sanitarias acordadas», concluyen los dos regidores.