Feijóo reivindica las siglas del PP en Navarra y reclamará lealtad a UPN

Feijóo y Esparza hablaron en julio y quedaron en verse a la vuelta del verano. La reunión sigue sin fecha y de momento lo que hay es un ambiente de desencuentro. En UPN no gustaron unas declaraciones del vicesecretario de Organización del PP, Miguel Tellado, en ABC, en las que reivindicaba el protagonismo que debía tener su partido en Navarra, en igualdad de condiciones que UPN ante una posible coalición electoral.

Fuentes de UPN ven absurda esa reclamación porque, a su juicio, el PP sigue teniendo una presencia «residual» en la Comunidad Foral y la hegemonía del centro-derecha corresponde, según subrayan, al partido de Esparza, algo que debe ser visible en cualquier acuerdo. Además, desde UPN lamentan que el PP haya dado por concluida la experiencia de Navarra Suma, «que logró unir el espacio de centro-derecha».

En Génova, Tellado, mano derecha de Feijóo, está preparando desde hace meses una pista de despegue adecuada para el posible pacto con UPN. Pero no es fácil. Feijóo y los suyos se sienten fuertes, creen que la marca PP está al alza, con mucho más peso que el año pasado y que en las últimas elecciones autonómicos y municipales, y están convencidos de que se encuentran en una posición de fortaleza para poder exigir una serie de condiciones a UPN, un socio que siempre ha liderado esta relación del centro-derecha en Navarra.

Por eso, los populares ya han hecho saber que quieren, en primer lugar, una coalición en la que figuren las siglas del PP. Nada de nuevos nombres creativos. Además, reclaman, como principio de las negociaciones, la mitad de los representantes y del peso institucional que se obtenga. Y en UPN, acostumbrados a mandar sobre un partido que en Navarra ha sido más bien pequeño, no parecen dispuestos a ceder hasta esos extremos.

En Génova tienen otra condición que consideran inexcusable. Quieren la garantía expresa de UPN de que sus votos no servirán para apoyar al PSOE y que habrá unidad de acción con el PP. Desde el partido de Esparza consideran absurda esta reclamación y subrayan que UPN siempre votaría a Feijóo como candidato a la Presidencia del Gobierno y no respaldarían a ningún candidato de otro partido.

En cualquier caso la reunión de Feijóo y Esparza debería servir para desatascar esta situación, o bien para romper definitivamente la coalición electoral y emprender caminos por separado.

Y ante esos dos escenarios tan diferentes, el congreso regional del PP podría tener candidaturas hechas a la medida. Lo que es seguro es que la actual presidenta del PP navarro, Ana Beltrán, no seguirá. Así se lo comunicó directamente a Feijóo. Beltrán, que fue una de las grandes apuestas de Pablo Casado y Teodoro García Egea, al ser número tres del partido, continuará como diputada.

Hasta ahora, el nuevo equipo de Génova está contando de forma directa con las direcciones regionales para llegar a los congresos en un clima de paz y consenso, y de respeto hacia la autonomía del partido en cada comunidad. Y en Navarra no será diferente.

Lo que tiene claro todo el mundo en el centro-derecha de Navarra es que si se presentan divididos será un suicidio colectivo. En este momento hay hasta cinco opciones: UPN, PP, Vox, Ciudadanos (o lo que quede de este partido) y la plataforma liderada por Sergio Sayas y Carlos García Adanero, los dos diputados que rompieron la disciplina de voto de UPN en el Congreso y fueron suspendidos de militancia en su partido.

Esta plataforma aún no tiene decidida su estrategia, a la espera de lo que ocurra entre UPN y el PP. Sayas y Adanero saben que si ambos partidos se alían, ellos no podrán formar parte de esa fórmula, ante el choque frontal que tuvieron con Esparza. Pero no descartan la posibilidad de aproximarse al PP si no concurre a las urnas junto a UPN.

El de Navarra no es el único congreso pendiente en la agenda de Génova. Este fin de semana se celebró el de Melilla, en el que Juan José Imbroda fue reelegido presidente. La nueva dirección nacional del PP cambia así por completo los planes que tenían sus antecesores, que buscaban relevo para Imbroda.

Lo mismo ocurre en Cantabria, donde Casado y García Egea hicieron saber a María José Sáenz de Buruaga que no repetiría como presidenta. Pues bien, será reelegida el 7 de octubre. La 'patata caliente' sigue siendo Asturias, donde la permanencia de Teresa Mallada pende de un hilo, ante la situación de división interna. Tampoco está resuelto el congreso de La Rioja, donde José Ignacio Ceniceros anunció que no repetirá.