Miguel Ángel Gallardo, secretario general del Partido Socialista de Extremadura, que ha conseguido ser diputado y, por tanto, aforado tras la renuncia de cinco compañeros de partido que le han abierto paso en la Asamblea de Extremadura, sorprendía este lunes pidiendo al PP una « ... reflexión» para acabar con los aforamientos.
Él no renuncia al suyo -pese a estar cerca de sentarse en el banquillo por prevaricación y tráfico de influencias- porque sería renunciar, dice, a llevar el mensaje del Partido Socialista a la cámara regional, pero asegura haber llamado a la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola para que PP y PSOE, juntos, reformen el Estatuto de Autonomía y acaben con los aforamientos.
Ha habido respuesta inmediata de la líder popular, que le pide, en primera instancia, que renuncie a su aforamiento para poder hablar de cualquier «modificación normativa»: «Lo que no vale es pretender modificar las reglas para todos, excepto para él, que sigue aforado», recalca la presidenta extremeña.
Guardiola acusa a Gallardo de intentar usarla por «interés personal» y para «contarlo después de los medios»: «A mí no me va a usar como ha usado a una diputada autonómica y a las cuatro personas llamadas a ocupar el escaño antes que él». La presidenta entiende que es una «burda estrategia» para «desviar el debate público» en torno a su figura.
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