La Justicia da vía libre para que los curas accedan en coche a la zona restringida del centro de Valencia

El alto tribunal reconoce el derecho de los demandantes y los equipara así a los propietarios de comercios y empresas con locales u oficinas ubicados en ese entorno, cuyas matrículas están registradas desde 2021 para que las cámaras de los puntos de control les reconozcan automáticamente. Así se detalla en un escrito fechado el 9 de marzo, al que ha tenido acceso ABC.

«Se trata de situaciones básica o sustancialmente iguales a las que se les debe dar un tratamiento equivalente con el fin de que no resalte la discriminación inmerecida cuando en esta materia y a mayor abundamiento no podemos obviar el deber del Estado de cooperar con la Iglesia Católica y las demás confesiones religiosas según el art. 16.3 de la Constitución Española», indica el fallo.

Eso sí, los magistrados matizan que «conceder el derecho sin limitación numérica -es decir, también a los feligreses, por ejemplo- sí que supondría un privilegio o favoritismo sin causa con relación a sus iguales cuando no se han cuestionado las razones ambientales, de salud acústica, de seguridad, protección del patrimonio histórico y cultural, y ordenación del tráfico, entre otras, que dan cobertura y amparan las restricciones de acceso». En ese sentido, rechaza -como argumentaba el Arzobispado- que se estuviera vulnerando el derecho a la libertad religiosa y de culto.

Por tanto, las iglesias tendrán acceso permanente para los vehículos de sacerdotes y otros trabajadores, así como accesos puntuales de hasta diez vehículos al mes. La resolución, que no impone costas, no es firme y cabe recurso ante el TSJ o el Tribunal Supremo, aunque desde el consistorio -que pidió que se desestimara el recurso- lo acatará.

De hecho, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha señalado este miércoles que trabajará «rápidamente» para preparar «las tarjetas» que se facilitarán para que los curas y otras personas vinculadas a la actividad de las iglesias «puedan entrar de una manera normal, como cualquier otra».

«Creo que es una cosa que en su momento no tuvimos en cuenta. Me parece muy bien y la acatamos. La acatamos con gusto», ha apuntado Ribó. Respecto a la sentencia, además, el primer edil ha incidido en que «de alguna manera lo que hace es consolidar jurídicamente la APR y, evidentemente, corregir un detalle que en su momento teníamos que haber pensado. Nada más, el resto está bien».