Rebeca Torró, una gestora desconocida fuera de Valencia para sustituir a Cerdán en el PSOE

Es prácticamente una desconocida para los ciudadanos, aunque goza de buena fama en sectores económicos como la automoción, por los acuerdos alcanzados en los últimos tiempos. Como militante ha pasado por todos los escalones -desde lo local hasta la cúpula de un ministerio-, pero no se le ubica en ninguna de las diferentes 'familias' del socialismo valenciano.

Licenciada en Derecho, Torró empezó su carrera política en 2007 como concejal en la oposición en su localidad valenciana natal. Fue la mano derecha del alcalde socialista Jorge Rodríguez tras tomar la vara de mando en 2011. Le acompañó durante dos mandatos al frente de distintas delegaciones y en su ascenso en 2015 a la presidencia de la Diputación de Valencia, hasta que en 2016, el entonces presidente de la Generalitat Ximo Puig la nombró directora general de Vivienda y dio el salto a la política regional.

Cuando Rodríguez fue detenido en el marco de una operación anticorrupción, el denominado caso Alquería del que sería absuelto -junto al resto de investigados- cinco años después, Torró dejó la Generalitat. Ese día, el 27 de junio de 2018, marcó para siempre su carrera política: antepuso las siglas a la amistad. Sustituyó a Rodríguez como diputada y asumió la vicepresidencia segunda en la corporación provincial, al tiempo que regresó a Ontinyent como primera teniente de alcalde en unos meses que fueron muy duros, como ella misma reconoció.

El levantamiento del secreto de sumario provocó la expulsión del PSPV-PSOE de quien muchos veían como sucesor de Puig. Pese a que la relación siguió siendo buena, se hizo añicos ante las elecciones municipales de 2019, cuando Rodríguez creó su propio partido -el actual Ens Uneix- junto a sus máximos colaboradores. Entonces emprendieron caminos separados y la ruptura fue definitiva. Torró se mantuvo fiel al PSOE y, aunque rechazó pelear por la alcaldía y ocupó un puesto testimonial en la lista local, se le acusó de «traidora» por parte de quienes durante dos décadas habían sido sus compañeros de formación.

Ximo Puig la volvió a llamar tras los comicios y la situó como secretaria autonómica de Economía. Tuvo un papel determinante en dos negociaciones clave: la compra de material sanitario durante la pandemia -a través de un empresario chino de Ontinyent- y la llegada de la gigafactoría de baterías de PowerCo -filial de Volkswagen- a Sagunto.

Eso le valió, tres años más tarde, un ascenso al primer escalón de la Generalitat, convirtiéndose en consellera de Política Territorial y en una de las personas de la máxima confianza del dirigente valenciano.

Tras perder el poder en favor del PP de Carlos Mazón en 2023, Torró ejerció como portavoz de los socialistas en las Cortes Valencianas. Fue, de hecho, quien tuvo que asumir las riendas del debate parlamentario con el nuevo jefe del Ejecutivo autonómico durante los primeros meses de legislatura, con los socialistas todavía en 'shock'.

Un momento en el que Jorge Rodríguez se cobró su venganza con Puig por defenestrarlo y, tras convertirse Ens Uneix en la llave de gobierno, otorgó la Diputación al PP. Pero en diciembre Pedro Sánchez la llamó a filas y se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo de secretaria de Estado de Industria. Además, el pasado mes de febrero se incorporó al Comité Federal del PSOE.

En el PSPV de Diana Morant se muestran satisfechos por el nombramiento de Rebeca Torró. Fuentes de la federación valenciana aseguran que la también ministra de Ciencia ha participado en la toma de esta decisión que coloca a «otra generación» de mujeres valenciana más jóvenes al frente del partido, con la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, como 'número cuatro' de la ejecutiva de Sánchez.