Nombran juez de paz en Alicante a un condenado por matar a tiros a un perro
El procesado y un compañero cazador enterraron el cadáver del animal para ocultar las pruebas del delito
Un hombre viola a su perra en plena calle tras obligarle a que le hiciera una felación
Imagen de recurso del Ayuntamiento de Benigembla (Alicante)
«Llevados por un ánimo depredador», dos cazadores mataron y semitenterraron a un perro doméstico de raza bretón en la localidad alicantina de Murla. Ambos fueron condenados a siete meses y quince días de cárcel por un delito de maltrato animal, pero uno de ellos, ... Emilio Mengual, fue nombrado juez de paz en el municipio de Benigembla tan solo tres semanas después del contundente fallo. Una situación que, más de dos años después, sigue provocando tensiones entre los vecinos del pueblo.
De acuerdo con el artículo 303 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, el cargo de juez de paz se podrá designar a quien no se encuentre inmerso en una causa de incapacidad, como en este caso, estar condenado por un delito doloso sin que se haya llevado a cabo la pertinente rehabilitación. Según relata el diario 'Levante-EMV', los hechos ocurrieron el 6 de noviembre de 2014, cuando ambos procesados salieron de caza por el coto del Castellet de Murla, donde se encontraba un vecino con las dos perras de su hija, 'Lola', de ocho años, y 'Kika', de tan solo ocho meses e hija de la primera.
Los cazadores, una vez dentro del coto, «llevados por un ánimo depredador, sin justificación alguna y con manifiesto desprecio a toda norma establecida para el ejercicio de la caza deportiva«, según recoge la sentencia de la Audiencia Provincial de Alicante, abrieron fuego contra los dos animales. En ese momento, el dueño de las perras vio como la más pequeña se acercaba a él mientras sangraba de manera abundante y a lo lejos como se aproximaba uno de los condenados con una escopeta en la mano. Les increpó pero estos terminaron marchándose del lugar sin mediar palabra.
Acto seguido, trasladó a la perra al veterinario por heridas en la zona de la escápula, el húmero y el tórax, donde tenía una gran cantidad de perdigones. En cuanto a 'Lola', la mayor de los canes, fue encontrada sin vida seis días después semienterrada en la zona de caza. Ante tales hechos, la Justicia condenó a los cazadores a siete meses y quince días de prisión, al entender que se daban condiciones de visibilidad óptimas para no confundir a estos animales con otros, como alegaron durante el juicio.
Así, tuvieron que abonar mil euros en concepto de daños morales, otros 171 por los gastos veterinarios de atender a la menor de las perras y finalmente 300 por matar a la mayor.
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