Una mujer ha denunciado ante la Guardia Civil la aparición de una pintada en su coche y el envío indirecto de un mensaje de su expareja, después que de este fuera condenado a 19 meses de cárcel por allanar su domicilio, ubicado en ... la localidad alicantina de La Villajoyosa, para oler su ropa interior y colocarle una grabadora para escuchar sus conversaciones íntimas.
Según adelantó el diario Información, la exmujer del procesado acudió a la comandancia de la Benemérita situada en este municipio de Alicante para denunciar que su exmarido, un día después del juicio, se puso en contacto con su madre para que le trasladara un mensaje, a pesar de que tenía en vigor una orden de alejamiento con prohibición de comunicación.
En paralelo, la afectada presentó una segunda denuncia después de que, al salir de trabajar, descubriera una pintada en el capó de su coche con la palabra «puta». Ahora, los agentes del instituto armado deberán informar al magistrado para que valore si ha tenido lugar un incumplimiento de la pena acordada la pasada semana.
De acuerdo con la misma información, la madre de la víctima recibió un mensaje del condenado en el que adjuntaba la fotografía de un niño y le señalaba que «le habían llamado de la televisión para hablar» y que no lo iba a hacer para que el hijo en común de ambos «no sufriera».
Hace una semana, la Audiencia Provincial de Alicante le condenó a 19 meses y 15 días de cárcel por allanar la casa de su exmujer con el único propósito de oler su ropa interior, según reconoció ante el juez, además de colocarle una grabadora de sonido
El ahora condenado aceptó el acuerdo de conformidad alcanzado entre la defensa, la acusación particular y la Fiscalía y se declaró culpable de un delito continuado de allanamiento de morada con agravante de parentesco, por el que también deberá indemnizar a su exmujer con 12.000 euros.
Los hechos tuvieron lugar el 7 de diciembre de 2020, y otros días anteriores a esa fecha, cuando el ya condenado accedió al domicilio de la mujer con unas llaves que había obtenido sin su autorización y colocó el dispositivo de grabación.
La Fiscalía, además del delito de allanamiento de morada, entendía que podría ser culpable de otro de descubrimiento y revelación de secretos, sin embargo no se le condenó por esta infracción. El día que fue descubierto por una amiga de la víctima, una grabación delató sus intenciones de «oler las bragas» de su exmujer.
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