Carlos Mazón se conjura con Vox para un Gobierno «leal y sin espectáculos»

A la espera de que sea nombrado oficialmente por el rey, el dirigente popular –ganador de las elecciones del 28 de mayo- tomará posesión del cargo en una nueva sesión parlamentaria que se celebrará el próximo lunes y anunciará la composición del nuevo Ejecutivo. Tras el extenso discurso con el que Mazón ha solicitado la confianza de la Cámara, los distintos partidos han desfilado por la tribuna para marcar posiciones en un debate que no ha escapado del tono bronco que acostumbra a escucharse en el hemiciclo, en plena campaña para los comicios generales del 23J.

Por parte del PSPV ha sido el ya exjefe del Consell, Ximo Puig, en calidad de presidente del grupo parlamentario, quien ha comunicado la negativa de los socialistas a apoyar la investidura ante las «consecuencias regresivas» que el mismo pacto -que ha pedido que se rectifique- ha tenido en Elche, en Náquera y a las puertas de las Cortes, donde la presidenta de Vox se apartó de la pancarta oficial esta semana en la concentración por el último asesinato machista. Un minuto de silencio que se ha repetido en el hemiciclo a propuesta de Puig. «Las mujeres merecen la mayor protección», ha asegurado al respecto, «por eso es indecente el negacionismo de la violencia de género».

Ximo Puig ha hecho un balance positivo de sus ocho años de Gobierno, con especial énfasis en las políticas sociales y económicas, y se ha preguntado qué «sacrificios» está dispuesto a asumir el PP tras pactar con Vox y cuál será el «coste social» de esta mayoría que genera «incertidumbre, división y temor». El dirigente socialista ha pedido que no borren la memoria democrática y no saquen del armario los «fantasmas identitarios» del pasado. «No nos instalen en el esperpento», ha aseverado, «no conviertan cada telediario en un remake de 'La Escopeta Nacional'».

En ese sentido, ha propuesto a Mazón cinco pactos: por la igualdad, para proteger a las víctimas del machismo y alejar a condenados de las instituciones -en referencia a Carlos Flores-; por la protección de las instituciones estatutarias, la Agencia Antifraude y À Punt; por la energía, contra el cambio climático y las inversiones; por la gestión pública del Estado del Bienestar: y por la cultura y el valenciano. Además, Puig ha deseado suerte a Mazón y ha pedido disculpas a los ciudadanos por los errores cometidos.

En su réplica, Carlos Mazón le ha propuesto un pacto más, entre PP y PSOE, para hacer un frente común por la financiación o el agua. Asimismo, ha garantizado que promocionará el valenciano, pero no el catalán. Mazón ha lamentado que haya cuestionado de forma tan prematura la «dignidad» de su Ejecutivo, que gobernará «para todos». «Yo no vengo a romper por romper», ha añadido. Del mismo modo, se ha mostrado «encantado» con la apuesta por «la cultura libre y para todos» del que será su vicepresidente y conseller de Vox, Vicente Barrera.

También ha indicado que buscará el máximo consenso con su ley de señas de identidad y sobre la memoria democrática, ha advertido: «O es de todos, o no va a funcionar». El nuevo presidente autonómico ha agradecido a Puig sus gestiones para la llegada de inversiones como Volkswagen a la Comunidad Valenciana y ha considerado «conveniente» que algunos cargos del anterior Ejecutivo «no dejen a mitad» ese trabajo.

Por su parte, el síndic de Compromís, Joan Baldoví, -cuyo grupo también ha votado en contra de la investidura- ha criticado duramente que Vox esté dejando ya su huella en las Cortes Valencianas, con publicaciones solo en castellano en redes y el gesto de Llanos Massó, presidenta del Parlamento, apartándose de la pancarta institucional contra la violencia machista. La propia Massó le ha llamado la atención por sus palabras y le ha emplazado a centrarse en la investidura.

Baldoví ha calificado el discurso de Mazón como «vacío de contenido, pero repleto de la caspa de Vox» a quien ha definido como su «pagafantas» en «el peor Gobierno de la historia de la Generalitat»-, tras volver a criticar la corrupción del pasado del PP, repasar los hitos del Botànic y preguntarle al nuevo jefe del Consell si tendrá o no «carnet de buen valenciano». El portavoz de Compromís ha destacado el «negocio redondo» del PP con los de Abascal: «manejará el 95% del presupuesto» a cambio de que revienten minutos de silencio, escondan banderas LGTBI o nieguen el cambio climático. «No está perdonado que un conseller de Cultura bendiga la inquisición que se está haciendo», en referencia a la censura de revistas en Burriana o de obras de teatro y películas infantiles en otros municipios españoles.

Además, ha propuesto un acuerdo para blindar la sanidad pública en el Estatuto de Autonomía y que sea de gestión directa, «sin regalarla» a ninguna empresa, a través de un referéndum. Un documento que Carlos Mazón se ha llevado para «estudiarlo», dispuesto a alcanzar pactos con todos los grupos. «No me riña tanto, que no me he portado tan mal con usted», le ha respondido el popular, también debutante en la tribuna de la Cámara como Joan Baldoví.

Al síndic le ha emplazado a que reflexione tras ser el único partido que ha perdido apoyo tras su paso por la Generalitat y haber tenido «los peores» Presupuestos Generales del Estado para la Comunidad Valenciana «con su voto a favor» como diputado nacional y no haber conseguido la financiación. En ese sentido, se ha preguntado quiénes han sido los «pagafantas de Pedro Sánchez». También le ha pedido que pidiera perdón, en nombre de su grupo, a la víctima de abusos del exmarido de Mónica Oltra.

En cuanto a los grupos que integrarán la nueva coalición, la síndica de Vox, Ana Vega, ha agradecido a Mazón «haber estado a la altura de las circunstancias» y haber tenido «la valentía que en otros lugares aún no ha tenido el PP», pese «al ruido y las presiones». Tras esa alusión a la investidura fallida de Murcia y con Castilla y León como espejo en el que mirarse, Vega ha garantizado que su partido será un «socio leal» y que la diferencia de opiniones «se debatirá constructivamente» para acabar con la «inercia de traiciones» del Botànic.

La síndica ha dejado claro que no abandonaran ninguna de sus «banderas», como la «libertad» educativa en español, y ha reiterado su objetivo de «proteger por igual a cualquier víctima de violencia intrafamiliar», «independientemente del sexo o de la edad», «frente a las manipulaciones de izquierda y de muchos medios».

La portavoz de Vox -partido que estará al frente de Agricultura- se ha comprometido a poner freno a la «deriva destructiva» y al «delirio climático» de «las élites globalistas de Bruselas» y a «derogar toda la basura ideológica de la izquierda».

«No compre la mercancía averiada que algunos tratan de vendernos, incluidas personas influyentes de su propio partido. No tenga usted tentaciones de pactar con el socialismo, porque ya sabemos en lo que acaba el socialismo siempre», ha advertido a su socio. «No hemos firmado un cheque en blanco, hemos firmado un contrato para el futuro de la Comunidad Valenciana en libertad, prosperidad e igualdad», ha agregado.

Mazón ha compartido que se discrepe «siendo un gobierno, no un espectáculo» y se ha felicitado de que ambas formaciones estén alineadas en asuntos «nucleares» para la región. Por último, el síndic del PP, Miguel Barrachina, ha destacado los resultados alcanzados por los populares el 28M -han conseguido 21 diputados más- y ha ahondado en el «carácter» del líder de su partido para alcanzar consensos, pese a la resistencia de «algunos», y para cerrar la «quiebra ética y moral de unos políticos que dicen una cosa y hacen la contraria».