El Foro Pro Agua plantea rediseñar los trasvases del Tajo al Segura

Así definieron esta plataforma el rector honorífico de la Universidad de Alicante, Antonio Gil Olcina, y el presidente de Jóvenes Agricultores-Asaja, Eladio Aniorte. El primero incidió en la posibilidad de aprovechamiento del agua «de gran calidad» en las faldas meridionales de la Sierra de Gredos y, en general, en el curso del Tajo Medio, para así liberar de la excesiva «demanda» actual para suministrar a la población de Madrid desde la cabecera del río, donde se encuentran los dos pantanos que abastecen los trasvases al Segura, Entrepeñas y Buendía. Preguntado por si harían falta infraestructuras para conectar la capital del país con esta zona abundante en agua, Gil Olcina subrayó que «no gran cosa». Y las estadísticas son elocuentes: 2.500 milímetros de precipitaciones anuales medias frente a los 200 del sur de Alicante.

Los citados embalses se encuentran a fecha de hoy exactamente con 335 hectómetros cúbicos , uno por debajo de la reserva mínima que a partir de enero impide realizar nuevas transferencias , aunque en la última semana se han recargado mínimamente con tres hectómetros. De hecho, el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS), José Manuel Claver, declaró estar «muy preocupado» por esa posibilidad cercana, además de que está actualmente en el denominado nivel 3 que solo permite el envío de agua para abastecimiento humano, no para su explotación en la agricultura. No obstante, indicó también que con una simple nevada y pocas lluvias, como las que suelen registrarse en diciembre en la cabecera del Tajo, entrarían entre 800 y 1.000 hectómetros de agua en estos dos pantanos en apenas unos días . Si no es así, en enero tendrán problemas para regar.

Este foro integrado junto a los regantes por las organizaciones empresariales Coepa, Ineca y Fexphal, además de las dos universidades alicantinas (UA y UMH) se plantea una doble estrategia de comunicación directa ante las autoridades y a través de los medios de comunicación.

Claver reconoció el valor del agua desalada en un momento crítico como el actual, una vez resueltas dos premisas: su calidad, garantizada al mezclarse con agua no desalada en el pantano de La Pedrera; y su precio, subvencionado por el Gobierno central para que cueste 30 céntimos (más IVA) a los regantes . Pero una vez más recordó que se trata de un remedio «paliativo» , que no «curativo» porque los 30 hectómetros que produce la planta de Torrevieja en un año dan para cubrir las necesidades de solo un mes.

En cuanto a los trasvases del Júcar al Vinalopó, Gil Olcina puso el acento en que el Azud de la Marquesa «no se hizo para riego, sino para aprovecharse como fuerza hidráulica », es decir, para generar energía, por lo que no asegura una calidad del caudal.