Los vecinos de Paco Sanz recelaban de su alto nivel de vida: «Cada día iba con un coche»

El arrestado queda a disposición del Juzgado de Instrucción número 53 de Madrid, que instruye la causa, declarada secreta.

La detención del «hombre de los 2.000 tumores» no sorprendió a los vecinos de la Pobla de Vallbona, donde reside junto a su mujer, de nacionalidad dominicana, desde hace cuatro años. «Nos contaba a todos el mismo rollo , pero ninguno nos fiábamos por el tren de vida que llevaba . Cada día iba con un coche, viste con ropa de marca y gafas de sol muy caras... Yo sospeché desde el principio», explica una mujer del barrio.

La Policía Nacional pone en duda la gravedad de la enfermedad que padece Sanz, el síndrome de Cowden, un trastorno que supuestamente aprovechó para recaudar fondos en beneficio propio. Según un informe revelado ayer por ABC , el Centro Nacional de Investigación Oncológica confirmó en 2009 que Sanz padece el trastorno, aunque ya por aquel entonces los médicos advirtieron de que su vida no estaba en riesgo, y no como indica él mismo en las campañas que difundió en las redes sociales.

Sin embargo, los vecinos, quienes sí le podían ver y oír físicamente, aseguran que nunca les dijo que iba a morir cuando les pedía dinero para pagar sus tratamientos en Estados Unidos. «Pero a nosotros no nos engañó, sabemos cómo vivía, le veíamos cada día» .En el pueblo hay quienes pensaron en denunciar el caso, pero no se atrevieron. De forma anónima, una mujer admite a ABC que no podía evitar «pensar en Paco» cuando veía por la televisión el desarrollo del «caso Nadia». «Le hemos visto hacerse fotos con niños que recaudaban fondos para él, a gente acercársele y llamarle héroe... esto tenía que salir a la luz», cuenta.

El detenido tenía armas en casa (incluso a veces las llevaba consigo y las mostraba), indican los vecinos, porque era tirador profesional. Sanz explica en su web, ideada para sostener la supuesta farsa, que trabaja como vigilante de seguridad para poder pagarse «una pequeña parte» de un ensaño clínico en EE.UU., aunque algunos testigos desmienten que tuviese empleo alguno.

Obtenía de esta afición un «sobresueldo» para poder curarse, les decía. Los padres de Paco Sanz, que fueron detenidos junto a él, han quedado en libertad con la obligación de comparecer ante el juez cuando se les requiera. El matrimonio vive en una casa de la Cañada , un área residencial a siete kilómetros de Valencia, «una zona muy buena» para vivir, señala un vecino. En cambio, el domicilio de Sanz es «humilde», algo que choca con el alto nivel de vida que llevaba.