Valencia prohibirá el botellón en Fallas

La Mesa de Diálogo Fallero ha alcanzado un consenso para no permitir, como hasta ahora, beber en la vía pública durante la festividad en 2020. Una propuesta que lanzó el propio concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, que planteó -en una reunión esta semana con representantes sociales y técnicos del Ayuntamiento de la capital- que el bando de Fallas recoja de forma explícita la prohibición de hacer botellón durante las fiestas grandes de la ciudad, incluidas las zonas en las demarcaciones falleras donde sí está autorizada la venta y consumo de bebidas alcohólicas.

De esta manera, el consumo «siempre resposable», en palabras de Fuset, solo se producirá en las barras instaladas por las propias comisiones y, por tanto, «en las zonas autorizadas». El edil también comentaba en su cuenta de Twitter que «será difícil de controlar , como la velocidad en las carreteras, las cacas de los perros que no se recogen o -en su día- el casco en las motos. Pero no por eso tenemos que dejar de regularlo y dejar claro cual es el comportamiento cívico que merece Valencia y las Fallas».

La Mesa de Diálogo -integrada por entidades vecinales, de comerciantes, consumidores y empresarios- también ha hecho suya la apuesta por los vasos de papel, de bioplástico o de plástico reutilizable , para evitar así los de plástico de usar y tirar.

Del mismo modo, se va a reforzar la presencia de urinarios en la vía pública sobre los que tienen que colocar tanto el Ayuntamiento como las comisiones falleras, en cumplimiento de la ley autonómica de espectáculos, y se implementará la señalización de los mismos para que sean más accesibles.

También se exigirá a orquestas y discomóviles dispongan de limitadores de decibelios que permitirán un control acústico mayor, redundando así en una reducción de las molestias que hay detrás de la mayor parte de las quejas vecinales.

El objetivo marcado para la próxima reunión -que se celebrará a lo largo de este mes- es avanzar en todo aquello que afecta a las comisiones falleras para poder agilizar la gestión de los permisos, «tal y como ocurrió el año pasado, cuando más de la mitad de las fallas obtuvieron sus documentos en la primera quincena de febrero», según el consistorio.