La Generalitat Valenciana endurecerá las restricciones para forzar el confinamiento parcial de la población

La Generalitat Valenciana ve margen para ampliar las restricciones sin llegar a un confinamiento domiciliario

De hecho, el Gobierno que preside el socialista Ximo Puig ya está estudiando nuevas medidas que pasarán por un avanzar hacia un confinamiento, al menos parcial, de la población.

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Entre el lunes y el sábado, la Conselleria de Sanidad ha notificado 20.548 nuevos casos positivos de Covid-19 y 213 fallecimientos. En el mismo periodo, la cifra de ingresados como consecuencia del coronavirus en los hospitales valencianos ha aumentado en 213 personas.

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Lo más preocupante, no obstante, se concentra en las UCI. Los 352 pacientes que a día de hoy se encuentran en Intensivos representan el 35 por ciento de las plazas disponibles, lo que significa el porcentaje más alto de toda España , de acuerdo con la información suministrada por el Ministerio de Sanidad.

La Comunidad Valenciana ha comenzado el año con los peores registros desde que comenzó la pandemia y los epidemiólogos alertan de que la curva de casos de coronavirus seguirá aumentando. Así lo revela la tasa de positividad. Uno de cada cuatro valencianos que se someten a un test de antígenos o a una prueba PCR está contagiado de Covid-19 . Se trata del índice más elevado del país, siempre según la estadística oficial del Ministerio de Sanidad.

La Generalitat ya ha adoptado medidas excepciones ante el descontrol del coronavirus desde el punto de vista sanitario y ha cancelado las operaciones programadas salvo las urgentes no demorables ni derivables. Los Departamentos de Salud están aplicando sus planes de contingencia ante el incremento de ingresos de enfermos afectados por el Covid-19 para ampliar espacios y doblar camas. Incluso, se están habilitando gimnasios.

El Gobierno valenciano ha recurrido de nuevo a la sanidad privada , al amparo de un resolución aprobada el pasado mes de noviembre, y ha comenzado a habilitar los hospitales de campaña para albergar a enfermos por primera vez desde que comenzó la pandemia. En parelelo, la Generalitat trata de acelerar el plan de vacunación con el suministro de dosis todos los días de la semana.

Sin embargo, Compromís y Podemos , socios del PSPV-PSOE en la Generalitat, insisten en que a estas medidas deberían sumarse restricciones más duras que limiten al máximo la socialización. Los centros comerciales y la hostelería, de hecho, siguen en el punto de mira.

«Estamos anulando o aplazando tratamientos e intervenciones quirúrgicas, porqué no podíamos aplazar también bebernos unas birras en el bar». El comentario corresponde al dirigente de Compromís, Enric Nomdedéu , a la sazón secretario autonómico de Empleo de la Generalitat, y resume el sentir de la coalición, verbalizado más allá de las redes sociales por la vicepresidenta y portavoz del Ejecutivo autonómico, Mónica Oltra .

La Generalitat, por boca de su presidente, Ximo Puig , ya ha admitido esta semana que «no descarta» solicitar al Gobierno central que modifique el decreto del estado de alarma para incluir la posibilidad de imponer un confinamiento domiciliario.

Sin embargo, ante las reticencias de Pedro Sánchez y el ministro de Sanidad, Salvador Illa , el Ejecutivo valenciano podría optar por un atajo legal y endurecer, en el ámbito de sus competencias, las restricciones ante el coronavirus para instaurar un confinamiento domiciliario de facto que defienden Compromís y Podemos, que tras conocerse el dramático récord de contagios de este sábado (más de 6.200 positivos de coronavirus en un día) han vuelto a salir en tromba para reclamar a Ximo Puig «medidas drásticas para salvar vidas».

La decisión está en manos del PSPV-PSOE, que controla las áreas de Presidencia y Sanidad. A tenor de las últimas cifras del Covid-19 , los socialistas valencianos ya contemplan endurecer las actuales restricciones antes del 31 de enero, cuando finaliza su vigencia.

Los próximos pasos se encaminarán a una reducción de la movilidad y podrían ir desde el confinamiento perimetral para evitar los traslados entre provincias a una ampliación del toque de queda , actualmente fijado entre las diez de la noche y las seis de la madrugada.

Compromís va más allá y reclama el cierre de la hostelería y los centros comerciales (al menos los fines de semana) y que la movilidad se limite a los desplazamientos al trabajo, los colegios y los centros de salud. Podemos, por su parte, se suma a la petición y exige también que se suspenda la actividad escolar.

El PSPV-PSOE , por su parte, ha tratado hasta ahora conjugar los intereses económicos con los sanitarios, hasta el punto de que el pasado mes de diciembre permitió la apertura de las discotecas en horario diurno. La víspera de Nochevieja la Generalitat tuvo que publicar un decreto para evitar fiestas de doce hora con actuaciones musicales anunciadas por salas de Valencia y Alicante. Para entonces el coronavirus ya estaba fuera de control, como revelan los datos conocidos estama semana.

La evolución epidemiológica en los próximos días resultará clave para la toma de nuevas decisiones por parte de un Gobierno dividido por la la gestión del coronavirus en el peor momento de la pandemia. Lo que dan por seguro fuentes de las formaciones que componen el Ejecutivo valenciano es que las actuales restricciones se han quedado cortas y habrá que endurecerlas.