Adiós a un héroe para siempre

Juan Carlos Ferrero cae ante Almagro y hoy se le rendriá un homenaje en el Ágora

enrique yunta

En su discurso, emocionado ante los ojos del majestuoso Ágora, Juan Carlos Ferrero desgranó catorce años de una carrera portentosa, estirado su palmarés hasta los 16 títulos y cientos de portadas alegres. Se retira un número uno, el héroe de la primera Davis, aquel passing ... shot ante Lleyton Hewitt que marcó el camino del tenis español. Se retira un grande al que hoy se le rendirá el homenaje que merece después de su compromiso en el doble junto a David Ferrer y al que acudirán amigos como Carlos Moyá, Albert Costa, Álex Corretja o Rafa Nadal. Se retira Juan Carlos Ferrero, copropietario del Valencia Open 500, una preciosa despedida ante su gente después de batallar con Nicolás Almagro durante una hora y 40 minutos (7-5 y 6-3). Un hasta siempre entre lágrimas.

Ferrero había masticado el día semanas atrás, asimilado el final del trayecto. Dice que su cabeza ya no aguanta para competir con los mejores, pero el tenis no lo perderá jamás. Con ese genio, talento infinito que le dio para escribir numerosas hazañas, se expresó en el día de su adiós ante un amigo al que ahora pretende asesorar y con el que incluso medita jugar algún torneo por parejas por puro placer. El tenis profesional ya no es su trabajo, no al menos como jugador. «Lo vamos a echar mucho de menos porque se hace querer», resumió Almagro, incluso más emocionado en sus reflexiones: «Se va un auténtico genio, de los primeros en hacer historia en el tenis español. Él nos abrió las puertas para que otros nos creyéramos que podíamos hacer algo grande. Soy todo oídos para aprender de él», señaló el murciano, que en Villena vive en la misma casa en la que Ferrero cocinó su número uno en 2003. Cada día ve la foto de su colega arrodillado al ganar la primera Ensaladera, un motivo para alimentar la fe.

«El mejor tenista valenciano»

Son palabras de corazón, tan expresivos esta semana. Antonio Martínez Cascales, el mentor de Ferrero, transmitió una admiración profunda para su chico, con quien tanto ha disfrutado. «Ni en los mejores sueños podíamos imaginar que nos saldría un jugador como Juan Carlos, con tantos triunfos y alegrías. Me ha llevado a las mejores pistas centrales del mundo y encima lo ha hecho ganando», relató. «Ha sido el mejor jugador valenciano de la historia», añade Ferrer, su pareja hoy en el doble. «Para nosotros también es triste que se vaya un jugador tan bueno como él, que ha sido número uno, después de tantos años juntos», afirma Fernando Verdasco.

Ferrero, tímido por naturaleza, asume que es la semana de los agradecimientos: «Estoy muy feliz, me voy muy satisfecho». No le duele esta derrota porque era previsible, incluso le libera de tanta tensión. «Siempre he sido un ganador y tenía que salir a ganar. He disfrutado mucho y más con el cariño de tanta gente. Se acaba una etapa preciosa, ha sido una historia muy bonita de vivir». Ahora tiene otras por contar, un horizonte abierto con muchas ilusiones y siempre vinculadas a la raqueta. El tenis despide a un héroe eterno. Ferrero es para siempre.

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