Más de 200 magrebíes intentan entrar a nado de noche en Ceuta

La Guardia Civil tuvo que rescatar a varios al escuchar los gritos que proferían desde el agua

Brazadas para sanar las cicatrices del cayuco

Agentes de la Guardia Civil deteniendo a un migrante el pasado 5 de agosto EP

La Guardia Civil vivió durante la madrugada del pasado lunes una de las noches más duras del último año. Más de dos centenares de personas, entre las que también se encontraban menores, se lanzaron al agua para intentar cruzar el espigón de ... la frontera de Tarajal, que separa Marruecos de Ceuta.

Desde las once de la noche, y hasta pasadas las 5.00 de la mañana, los agentes de prácticamente todas las unidades de la Guardia Civil tuvieron que guiarse por los gritos desesperados de los migrantes en el mar para poder localizarlos y rescatarlos.

Según publicó El Faro de Ceuta los jóvenes nadaron hasta lo más profundo de la costa creyéndose que así evitarían ser interceptados, exponiéndose no solo ahogamiento, sino a cuadros de hipotermia también. La mayoría de los migrantes portaba ropa de calle, y solo algunos afortunados vestían trajes de neopreno y flotadores, que les pudieron proteger de las frías temperaturas del mar, que llegaron a bajar de los 20 grados durante la noche.

La Armada marroquí también rescató a decenas de jóvenes, siguiendo indicaciones de la propia Guardia Civil, que necesitaba el apoyo de más agentes para evitar desgracias.

El problema principal se encuentra en los arenales de Marruecos, donde cientos de jóvenes llegan sin obstáculos e ignoran las advertencias de peligro de muerte en el mar y de la posibilidad de devolución según lleguen a Ceuta. El Servicio Marítimo pudo rescatar a 50 migrantes, a los que posteriormente trasladaron hacia el arenal más cercano. Entre ellos se encontraban siete menores que fueron conducidos a los recursos dependientes de la Ciudad Autónoma.

Según el diario ceutí, los agentes de están sobresaturados, teniendo que vivir episodios similares cada noche sin tener los recursos necesarios para hacer frente a esta situación. A los esfuerzos de la Guardia Civil de Ceuta se unió el apoyo de los vecinos de la zona, que intentaron ayudar a localizar a los jóvenes que saltaron al mar. Tanto vecinos como agentes solo podían intuir mediante los gritos dónde se encontraban los migrantes.

Los interceptados serán devueltos a Marruecos tras ser identificados por la Policía, haciendo que la pesadilla que vivieron en el mar no les haya otorgado la recompensa que buscaban.

Los más de doscientos migrantes que saltaron al agua durante la pasada madrugada del lunes aprovecharon una noche clara, sin niebla, pero cualquier fecha y condición meteorológica es idónea para que comiencen una travesía casi imposible con el objetivo de llegar a España.

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