Un Parlament tomado por los Mossos recibe a Junqueras y los presos del 1-O

Cinco de los seis exconsejeros citados para comparecer (en una comisión en la que habitualmente no participan Ciudadanos, PSC ni PP, pese a que hoy sí estará el partido naranja) han salido a las 7.33 horas de la cárcel de Lledoners, en Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona), en dirección a la Cámara. También está citada Dolors Bassa, que ha salido desde la cárcel de Puig de les Basses, en Figueras (Gerona).

Poco antes de las 8.00 horas, apenas había una veintena de manifestantes, convocados por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) fuera del parque de la Ciudadela, con el propósito de apoyar a los condenados por el Tribunal Supremo a penas de hasta 13 años de prisión e inhabilitación para cargo público.

Pasadas las ocho de la mañana los dirigentes independentistas condenados por el 1-O han empezado a llegar a la cámara enmedio de una notable expectación más mediáticas que popular. La primera en hacerlo ha sido la exconsejera de Trabajo Dolors Bassa (ERC). Aplausos y gritos de libertad de diputados y dirigentes secesionistas han precedido su llegada desde Gerona. Una notable delegación de cargos y cuadros de Junts per Catalunya y Esquerra han modificado sus agendas de hoy para estar presentes en una jornada de notable voltaje sentimental para el soberanismo.

Con la presencia de los presos en el Parlament los partidos independentistas tratarán de recoser, por lo menos de puertas afuera, las heridas abiertas en la tormentosa sesión plenaria de ayer. No en vano, Junts per Catalunya y ERC escenificaron este lunes un cisma en el seno del gobierno de Quim Torra con desplantes, acusaciones cruzadas y caras largar. Hoy, con la asistencia de Junqueras y los demás condenados por el Supremo, el secesionismo tratará de simular una imagen de «unidad y dignidad».