Comunes e independentistas rechazan en el Parlament los conciertos a las escuelas que segregan por sexo

La propuesta de resolución aprobada esta mañana no tiene valor legislativo ni práctico pero ha sido una declaración de intenciones de la cámara catalana que ha prosperado en la mayor parte de sus puntos. Asimismo, el mayor apoyo del hemiciclo lo ha logrado en el punto número dos, referente al modelo de inmersión lingüística, cuestionado por el Gobierno Central de en las últimas semanas.

Según ese punto, el Parlament «se reafirma en la defensa del modelo de escuela pública catalana y en su modelo lingüístico como una conquista popular alcanzada en los años ochenta, que no puede ser puesto en cuestión por decisiones tomadas por el Gobierno del Estado fuera de sus competencias».

Los «comunes» han entrelazado hábilmente la defensa del modelo educativo en catalán con la crítica a las subvenciones a colegios que segregan por sexo. Así las cosas, en su texto los comunes señalan que el Parlament establece «que no se puede destinar dinero público a aquellos modelos educativos que segregan por sexo ».

Esta estrategia parlamentaria ha puesto a Ramon Espadaler -diputado de Units per Avançar, formación integrada en el grupo del PSC- en una encrucijada. No en vano, Espadaler lidera una formación de tendencia democristiana (heredera de la extinta Unió Democràtica) que está a favor de ayudar con dinero público los centros que separan a sus alumnos, que tradicionalmente están en manos de órdenes y congregaciones religiosas.

Sin embargo, en el mismo punto en el que se pedía el posicionamiento a favor o en contra de los conciertos también se defendía la escuela en catalán que Espadaler reivindica. Finalmente, el diputado democristiano ha decidido abstenerse, evitando votar en contra de la escuela en catalán .

Fuentes de Units per Avançar (Unidos para avanzar) han explicado a ABC que ante la imposibilidad de votar por separado ambos puntos, han preferido abstenerse en los dos. De modo que no han defendido la escuela en catalán, pero tampoco han reivindicado los conciertos a los colegios que segregan por sexo.